La autopsia al cadáver del cadete Emanuel Garay, fallecido ayer tras permanecer seis días internado luego de un entrenamiento extremo para ingresar a la Escuela de Policía de La Rioja, determinó que la causa de muerte fue un cuadro de «deshidratación aguda grave e insuficiencia renal» que le provocó una «falla multiorgánica», informaron hoy fuentes judiciales.
La necropsia fue realizada en las últimas horas por los médicos forenses José Luis Díaz Brizuela y Aníbal Magno, y contó con el perito de la parte querellante, Marcelo Cáceres; y de la defensa, Paola Herazu.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la autopsia determinó que el cadete Garay (18) murió como consecuencia de una «deshidratación aguda grave e insuficiencia renal, lo que causó posteriormemente una falla multiorgánica».
A su vez, los médicos forenses indicaron que «los resultados de los estudios patológicos demorarán unos días más».
Tras la autopsia, los restos del cadete Garay fueron trasladados a la localidad de Portezuelo, ubicada unos 173 kilómetros al sur de la capital de La Rioja, en el Departamento General Juan Facundo Quiroga, donde serán inhumados a partir de las 18.
Por su parte, el Obispo diocesano de la provincia, Marcelo Colombo, difundió hoy un comunicado de prensa en la que afirmó que «acompaña a la familia y al pueblo riojano» ante la consternación que generó lo sucedido.
«Como miembros de la Iglesia en La Rioja queremos expresar nuestra cercanía y solidaridad con la familia del Cadete Emanuel Garay en este momento doloroso de su muerte prematura. El valor de la vida, de cada vida, de todas las vidas, nos llama a luchar sin descanso por ellas. Ningún mecanismo institucional puede arriesgar el mayor don que nos ha sido dado» expresó el obispo.
Y agregó: «Creemos que el amor, la justicia y la paz son prioritarios en una sociedad que debe evitar subordinarlos a toda forma de violencia y errónea comprensión de la seguridad.»
Por último, el comunicado señaló que «cuidar la vida de nuestros jóvenes, procurar con todas nuestras energías que puedan cumplir sus sueños, es nuestro deseo y deber de adultos».
Garay es uno de los 12 cadetes que el lunes pasado terminaron internados tras participar de un entrenamiento extremo para ingresar a la Escuela de Policía.
Ayer, tras la muerte del cadete, el juez Mario Martínez ordenó detener a cuatro comisarios y otros tantos instructores vinculados a dicho establecimiento en el marco de una causa que pasó de caratularse «lesiones gravísimas» a «homicidio».
El fiscal general de la provincia, Hugo Montivero, explicó a la prensa que los detenidos son el subdirector general del Instituto de Seguridad, comisario mayor Dardo Nicolás Gordillo; el director de la Escuela de Cadetes, comisario inspector Ramón Alberto Leguiza; el jefe del Cuerpo de Personal Masculino, comisario Jorge Marcelo Leguiza y la jefa del Cuerpo de Personal Femenino, comisaria Adriana Mabel Rodríguez.
Mientras que los instructores apresados son la oficial inspector Nadia Soledad Bravo, los oficiales subinspectores Elio Gonzalo Marcial e Ivana Karina Luna y el oficial ayudante Marcos Antonio Miranday.
En tanto, el gobernador Sergio Casas anunció la remoción del secretario de Seguridad de la provincia, Luis Angulo; y del jefe de Policía, Luis Páez; al tiempo que aseguró que hará «hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables» de la muerte del cadete Garay.
Paralelamente a estos anuncios, a sólo una cuadra de la residencia oficial se realizó una marcha convocada por las redes sociales frente a la Escuela de Policía, donde se quemaron gomas y se pidió justicia por el cadete.
«Lamentablemente Emanuel falleció a las dos de la mañana de este sábado en el hospital Vera Barros debido a un paro cardíaco», informó ayer por la mañana su padre, Roque Garay, luego de que el último parte médico había indicado que el joven se encontraba «en estado crítico, con pronóstico reservado y un seguimiento de hora a hora».
Según las fuentes médicas, Garay sufrió dos paros cardíacos de los cuales pudo ser reanimado, pero quedó prácticamente sin posibilidades de que los médicos pudieran seguir el tratamiento y murió al sobrevenirle el tercero.
«Esto nos causa mucho dolor y como gobernador elegido por el mandato popular, no vamos a permitir este tipo de hechos», afirmó Casas y anunció que «se dispuso la suspensión provisoria del ingreso de aspirantes a la Escuela de la Policía por aproximadamente treinta días».
A su turno, el abogado de la familia Garay, José Azcurra, afirmó que el Estado provincial «es el principal responsable» de lo ocurrido y que «tendrá que responder por esto», y añadió los damnificados son 17 jóvenes y no 12, como informó la Policía.
Otro de los cadetes afectados ya fue trasladado a un centro médico de la ciudad de Córdoba, mientras que a dos de los que estaban internados en terapia intensiva los pasaron a una sala común y otros tres, internados en la guardia central, evolucionaban favorablemente.