El 21% del consumo energético mundial en 2030 procederá de las renovables, aunque el progreso en la expansión de este tipo de energías sigue siendo complicado, pese a la inversión.
Es una de las conclusiones más destacadas del Informe sobre el Progreso Energético, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía y el Banco Mundial.
En el documento se repasan los progresos realizados de cara a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030 en materia de energía.
El sector de la electricidad, que representa el 20% del consumo final de energía, registró un «rápido progreso» en la expansión de las renovables gracias a la caída de los costes de la eólica y la solar.
Sin embargo, todavía está lejos de las metas de la ONU, ya que el informe estima que en 2030 se sitúe en el 2,4%, inferior al 2,6% que se recoge en los objetivos de desarrollo sostenible.
El documento destaca también atrasos en los otros dos objetivos para 2030, el acceso de toda la población a la electricidad y a las energías limpias para cocinar.