En 1884, bajo la presidencia de Julio A. Roca se promulgó la Ley 1.420 de Educación Común, la base del sistema educativo nacional. Este marco legislativo representó todo un avance en Latinoamérica, ya que posicionó al país como uno de los primeros en garantizar este derecho en carácter obligatorio, estatal, laico y gratuito. Repasar la historia es seguir avanzando hacia un sistema universal y también inclusivo.
En la Argentina, el 8 de julio de 1884 se promulgó la Ley de Educación Común, la piedra fundamental de la enseñanza gratuita, pública, laica y universal. La discusión acerca de la Ley de la educación fue uno de los debates más intensos, y de largo alcance, en la historia del país, sobre todo por los distintos puntos de vista que se generaron en torno a la enseñanza religiosa, a la escuela mixta y al control del Estado sobre la educación, lo que generó una brecha en la Generación del 80, grupo intelectual referente de la época. Y uno de los temas más debatidos de la propuesta inicial consistió en la inclusión de contenidos religiosos en los programas escolares, lo que generó diversas opiniones contrapuestas acerca del papel de la Iglesia en la sociedad y en el Estado.
“En modo en que nuestro país decidió organizar su esquema educativo, y los espacios que ocupan docentes y estudiantes fue producto de un extenso y complejo debate que derivó en la sanción de la Ley 1.420, que si bien ya no rige en nuestro sistema escolar, fue la impronta de la educación argentina que todavía sigue vigente», destacó Nicolás Schenqermann, CEO de Colegium en Argentina, compañía de plataformas para las instituciones educativas.