Esta semana el Indec brindará la estadística del octavo mes del año, mientras que el Ceso dio datos de los valores de productos esenciales
La inflación es sin dudas uno de los mayores problemas que aquejan a los argentinos. Esta semana se conocerá el Índice de Precios al Consumidor de agosto, mientras que en las últimas horas se conoció que los precios en supermercados están mostrando signos de estabilización, según el último informe del Índice de Precios de Supermercados (IPS-Ceso). En la última semana, se registró un aumento del 1,8% en comparación con la semana anterior, lo que representa un aumento del 11,8% en el último mes.
Este ligero freno en la tasa de inflación se produce después de un fuerte aumento en los precios causado por la devaluación del peso tras las elecciones primarias de agosto. En ese momento, se produjo un aumento diario del 2,6%, lo que se reflejó en un aumento del 4,8% en una semana.
En respuesta a esta situación, el Ministerio de Economía anunció un nuevo acuerdo de precios con los principales supermercados, permitiendo aumentos de hasta el 5% mensual durante los próximos 90 días. Esta medida podría estar contribuyendo al comportamiento actual de los precios.
Es importante destacar que estos datos proporcionan una imagen más actualizada de la inflación en comparación con el Índice de Precios al Consumidor Nacional (IPC), que se espera que muestre una inflación mensual de dos dígitos en su próxima publicación.
El IPS-Ceso reveló que los alimentos frescos tuvieron una variación del 2,2% en la última semana, una cifra notable menor que la semana anterior, cuando alcanzó el 3.5%. Los productos que más se destacaron en términos de aumento de precios fueron los pescados y mariscos, con un incremento del 8,1%, las frutas y verduras (+5,4%), y los fiambres (+3,2%).
Por otro lado, la carne aumentó un 2,3%, ligeramente por encima de la semana anterior (+1,3%), cuando comenzó a disiparse el impacto del aumento en el mercado de Cañuelas a principios de agosto. Es importante señalar que el precio del ganado en pie no aumentó durante seis meses debido a los efectos de la sequía, que obligó a los productores ganaderos a alimentar al ganado con cereales.
En cuanto a los alimentos secos, aumentaron un 1,7%, con una variación apenas superior a la semana anterior (+1,5%). Los rubros que lideraron el aumento esta semana fueron los juguetes (+2,5%), bebidas (+2,3%) y alimentos frescos (+2,2%).
Se espera que en septiembre se produzcan aumentos en el transporte, especialmente en Buenos Aires, donde se han congelado las tarifas de colectivos y trenes hasta después de las elecciones, pero las tarifas de los subtes aumentarán un 8,1% el 3 de septiembre. También se han establecido aumentos en los precios de la gasolina y las tarifas de telefonía celular.
En resumen, aunque la inflación en los supermercados parece mostrar ciertos signos de desaceleración, el panorama general de la economía sigue siendo un desafío, con aumentos en varios sectores y una inflación de dos dígitos que afecta a los consumidores en general.
Datos que alertan
De acuerdo con la más reciente medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), «la inflación de las y los trabajadores se ubicó en el 10,7% en agosto, acelerándose en 3,5 puntos respecto a los valores de julio». En este marco, destacaron que, «por primera vez desde abril de 2002, la inflación mensual alcanzó los dos dígitos en Argentina”.
Según destaca el informe del IET, “con este registro, la inflación alcanzó el 81% en los primeros ocho meses del año. En tanto, la inflación interanual (esto es, contra el mismo mes del año previo) alcanzó el 121,5%. Si la inflación promediara el 10,7% mensual en los cuatro meses restantes del año, la inflación acumulada de 2023 sería de 171,8%. Si, por el contrario, la inflación siguiera el promedio de enero-agosto (7,7% mensual), la variación acumulada de 2023 sería del 143,5%”.
“Todos los capítulos de la canasta subieron por encima del 7% en agosto, algo que no se daba desde la salida de la hiperinflación de 1990”, revela el informe. Según la medición del IET, “el capítulo que más trepó es Recreación y cultura, con un 14%, impulsado por las subas en electrónica (las notebooks subieron 33% por ejemplo), cuya cotización suele estar muy atada al dólar. El segundo capítulo con mayores subas fue Transporte (13%), seguido por Salud (12,7%). Alimentos y bebidas, el de mayor peso en la canasta, subió 9,8%, impulsada por infusiones, carnes, lácteos y frutas, todos con alzas de dos dígitos. El capítulo con subas más contenidas fue Educación, con 7,4%”.
En la segunda mitad del informe se analiza cuán cierto es que la situación social actual, dado el marco inflacionario, es comparable a la de la crisis de 2001-2, como muchas veces se afirma en el discurso público. “Para ello, se analizan series históricas en variables como empleo, desocupación, salario real, pobreza y desigualdad. La conclusión es que, si bien varias de estas variables (principalmente, salario real y pobreza) han mostrado un claro deterioro en los últimos años, en ningún caso los niveles actuales son comparables a los de 2001-2”, aseguran los especialistas.