Referentes médicos de Argentina se mostraron felices tras la confirmación que hizo el Presidente en relación a la producción en el país de la vacuna
El anuncio del presidente Alberto Fernández sobre la producción en la Argentina de la sustancia activa de la vacuna de la Universidad de Oxford y la empresa AstraZeneca fue recibido con satisfacción y beneplácito por infectólogos y especialistas, quienes destacaron que se trata de uno de los proyectos que avanzaron con mayor rapidez en el mundo y del que se dispone más información científica sobre su evolución.
“Es muy bueno que se produzca en la Argentina con transferencia tecnológica, ya que va a permitir producción local, que es muy importante para iniciar la vacunación local, porque es un recurso estratégico”, manifestó el infectólogo Eduardo López, profesor de la Cátedra de Vacunología de la Facultad de Medicina de la Usal y asesor del gobierno.
López resaltó que “la indicación es para aplicar a todo el equipo de salud, de seguridad y personas con comorbilidades, los que marca una estrategia diferente en relación con las vacunas clásicas, que comienzan a aplicarse en niños”.
Para el profesor, la vacuna debería estar disponible más o menos abril o marzo, ya que “no hay alternativa porque la producción lleva un tiempo».
«Esos son los tiempos, y mientras tanto tenemos que cumplir con cuidarnos nosotros con barbijo, higiene de manos y distanciamiento social”, concluyó.
También consideró como “muy importante” al anunció hecho por el presidente Ricardo Ruttimann, titular de Vacunas de la Sociedad Argentina de infectología (Sadi), ya que se trata de “una de las primeras que inició con los análisis clínicos y es una de las más avanzadas -y tal vez la más avanzada”.
Ruttimann dijo a Télam que la importancia que tiene esta vacuna para los médicos e infectólogos es porque “ya hay bastante información sobre ella en estudios publicados y a disposición de los especialistas”.
Sobre la transferencia tecnológica, el infectólogo de la Sadi señaló que “es un camino que la Argentina ya transitó cuando fue la epidemia de gripe en 2009, que permitió ser uno de los primeros países de América latina de contar con la vacuna».
“La vacuna de Oxford está en Fase 3 (la última) y sabemos que Brasil ya inició pruebas en unos 5.000 personales de la salud, según lo anunciado en su momento por la Universidad de San Pablo, y ya lleva 2 meses realizándolos”.
“También se están realizando otros en Sudáfrica, en el Reino Unido y en los Estados Unidos», agregó.
“Todos estos estudios van a determinar la incidencia de la enfermedad y su eficacia, que se evalúa comparando el porcentaje de disminución de la enfermedad en el grupo que recibió la vacuna versus el que recibió una vacuna placebo, que en este caso no fue un placebo sino una vacuna de meningococo”, aclaró.
Sobre esos mismos estudios, dijo que no será necesario repetirlos en la Argentina, ya que los estudios una vez finalizados no se repiten.
“Lo que sí se suele hacer, en lo que llamamos una Fase 4 (que no es de desarrollo clínico), es evaluar la efectividad sobre la vida real del medicamento y algunos elementos adversos, que puedan aparecer y que sean muy infrecuentes”, indicó.
Ruttimann consideró que “posiblemente para fin de año ya esté la vacuna registrada y podamos tener la transferencia tecnológica, y después dependerá de los tiempos que lleve los trámites de aprobación en la Anmat”.
Laura Barcán, médica infectologa del hospital italiano y miembro de la comisión directiva de la Sadi, consideró que “esta vacuna es una de las más avanzadas. Completó una fase 1-2 con más de mil pacientes y comprobaron que realmente obtenían anticuerpos al día 28, un 91 % con la primera dosis y 100% con la segunda dosis”.
“Por otro lado, también vieron que estimula la inmunidad celular, que es muy importante en la respuesta contra los virus”, dijo Barcán.
También explicó que “esta es una vacuna donde el vector es un adenovirus de los chimpancés, con capacidad disminuida de replicación. Este adenovirus lleva la proteína de la espícula del virus, y esto es lo que genera la producción de anticuerpos de parte de quien la recibe”.
“Los efectos adversos fueron leves, los habituales como dolores en sitio de inyección, dolores musculares o un poco de fiebre fueron evitados por completo tomando paracetamol antes”, agregó la infectóloga.
“Me parece que es una vacuna que da la sensación de ser muy buena por los estudios que ya se realizaron en miles de pacientes. Ahora hay que ver la Fase 3 con otros miles de individuos que seguramente van a confirmar estos datos”, concluyó la especialista.