Ciudad

Indignación y dolor: el comunicado de Compromiso Vial tras el trágico siniestro en Rosario


La Asociación Civil se manifestó sobre el reciente suceso fatal en el que un vehículo atropelló a una familia en la Costanera. El texto asegura que "la responsabilidad y culpa recae sobre muchos"

El brutal accidente ocurrido la semana pasada donde un joven oriundo de Villa Gobernador Gálvez mató con su auto a una madre y su hija generó gran repercusión en la opinión pública de los rosarinos y reabrió el debate sobre seguridad vial. El suceso ocurrió cuando Agustín López Gagliasso, conductor de un Peugeot 206 que circulaba a más de 120 kilómetros por hora, atropelló a una familia cordobesa, dejando como saldo dos víctimas fatales. Tania Daniela Gandolfi, de 41 años, y su hija Agustina Magalí García, de 16, perdieron la vida, mientras que una niña de 6 años sufrió heridas graves.

La asociación civil Compromiso Vial, integrada por familiares de víctimas viales y activistas, difundió un comunicado donde expresó conmoción, dolor e indignación tras el trágico episodio. «Ante cada hecho de violencia vial, cada siniestro, a los y las familiares de víctimas viales nos impacta no solo por la empatía ante el dolor del otro sino también porque nos reconocemos hermanados ante el dolor porque ya hemos estado ahí», expresa el texto titulado “Mirá a mí cómo me quedó el auto!”, haciendo referencia a las palabras de Gagliasso tras la trágica consecuencia de su irresponsabilidad.

Asimismo, manifiesta que el conductor no es el único responsable: «Con Gagliasso viajaban los que miran para otro lado, quienes alimentan la violencia, alientan el desenfreno, minimizan los riesgos, son inmunes al dolor, festejan las avivadas y desapego a las normas, celebran la soberbia y demostraciones de dominación y despotismo, se burlan de quienes buscamos y apelamos al entendimiento, la convivencia y el respeto. Ser amable y respetuoso es considerado ser débil y con falta de carácter. Se idolatra al macho alfa, ese que no le tiene miedo a nada aún cuando lo que ponga en peligro sea su propia vida».

En la misma línea, afirma que la responsabilidad y culpa recae sobre muchos: «La fotografía de hoy nos muestra un joven con una seguidilla de infracciones, de conductas peligrosas y desapego tanto a la ley como a las normas, un patrón en donde el desenlace no puede sorprender a nadie«.

Al concluir, postula que «las fisuras de un sistema que lejos de cuidar y prevenir se justifica evitando
responsabilidades se hacen cada vez más evidentes y obscenamente tangible
s». Finalmente, convoca a la comunidad a «pensar y actuar a cada uno desde su lugar para cambiar la realidad que nos envuelve«.