Centenares de migrantes y activistas que habían instalado carpas en la céntrica Plaza de la República de París para reclamar más refugios de emergencia fueron dispersados anoche por la policía
La policía francesa se enfrentaba hoy a numerosas acusaciones de uso excesivo de la fuerza después de que utilizaran gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar un campamento espontáneo e informal de inmigrantes en pleno centro de París.
Centenares de migrantes y activistas que habían instalado carpas en la céntrica Plaza de la República para reclamar más refugios de emergencia fueron dispersados anoche por la policía, constató un periodista de la agencia de noticias francesa AFP.
Tras el desmantelamiento del campamento que acababa de ser levantado en la plaza de la República, lugar de convergencia de las manifestaciones populares en la capital francesa, entre 200 y 300 personas, sobre todo activistas y una minoría de migrantes, marcharon hacia el centro de la ciudad, rodeados por un imponente dispositivo de las fuerzas de seguridad.
Al cabo de unos minutos, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para dispersar a varios grupos y se produjeron varias detenciones, según pudo verse en imágenes transmitidas por la cadena BBC.
Un periodista que se había identificado como tal fue inmovilizado en el suelo y golpeado con una porra cuando grababa la escena, publicó el diario local Le Parisien.
Tras el operativo policial, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, declaró en Twitter que «algunas imágenes de la dispersión del campamento ilícito de migrantes […] son chocantes» e indicó que solicitó un «informe» para conocer «la realidad de los hechos» al prefecto de la policía.
«Tomaré decisiones en cuanto lo reciba», señaló.
Las ministras de la Ciudadanía, Marlene Schiappa, y de la Vivienda, Emmanuelle Wargon, pidieron que se prestara atención «inmediata» a estos migrantes.
La semana pasada un video de migrantes obligados a deambular por las calles de un suburbio de París en la madrugada y seguidos por la policía para evitar que instalen sus carpas levantó una ola de indignación de asociaciones que condenaron una acción «inhumana».
En un video, publicado en las redes sociales, se podía ver a migrantes, con mochilas, carpas y frazadas, errar por las calles. Detrás de ellos, se escucha a un policía gritar «lárguense, muévanse!».
«El Estado está dando un espectáculo lamentable», comentó, por su parte, a AFP Ian Brossat, adjunto de la alcaldesa de París y encargado de la recepción de refugiados.
«Hay una respuesta policial a una situación social. Solo saldremos de esta si encontramos soluciones de alojamiento para estas personas», agregó el funcionario parisino.
El 17 de noviembre fue desmantelado un gran campamento en Saint-Denis, un suburbio norte lindante con París, donde vivían 2.400 migrantes. Una parte fue trasladada a gimnasios y centros de acogida de emergencia.
No obstante, muchos volvieron a instalarse en las calles.
Desde 2015, se realizaron 65 operaciones de desmantelamiento de campamentos informales de migrantes en la capital y sus alrededores, y 300 operaciones de evacuación.
Aunque en los últimos cinco años el programa nacional de recepción de migrantes duplicara sus plazas, llegando a 110.000, la solución resultó insuficiente, pues el número de refugiados aumentó mucho más rápido.