Según la fiscal Mónica García de Targa, que pidió la prisión preventiva de 10 de los 11 detenidos por el homicidio, Espinoza no falleció en el acto
El peón rural Luis Espinoza aún estaba vivo cuando los policías tucumanos que participaron de su asesinato comenzaron a manipularlo, antes de intentar hacerlo desaparecer, luego de que uno de ellos le disparara, de acuerdo con la Fiscalía.
Según la fiscal Mónica García de Targa, que pidió la prisión preventiva de 10 de los 11 detenidos por el homicidio, entre ellos, el presunto autor del disparo el oficial José Morales, Espinoza no falleció en el acto.
La funcionaria indicó que tras perseguir por un campo a Espinoza y a su hermano Juan, que andaban a caballo, Morales le disparó al peón rural que terminó muriendo en momentos en los que Luis intentaba auxiliar a su familiar, que se había caído al suelo y estaba siendo golpeado por los policías.
Después del incidente, los policías, que de acuerdo con la hipótesis de García de Targa actuaron de civil y sin las identificaciones correspondientes, retuvieron a Juan y arrastraron hasta un monte cercano el cuerpo de Espinoza, que presentaba escoriaciones en el estómago.
«Lo hicieron sin saber si se encontraba con vida, privándolo de recibir asistencia médica», planteó la fiscal, lo que representa un agravante para la situación judicial de los detenidos, que más tarde intentaron hacer desparecer el cuerpo del peón rural ya en territorio catamarqueño, señaló García de Targa.
La fiscal solicitó que se les dicte la prisión preventiva por un año a 10 de los 11 detenidos, un planteo que deberá ser resuelto por el juez Mario Velázquez.
A los aprehendidos se los acusa de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte y desaparición forzada de persona.
Estos delitos se agravan para los policías Rubén Montenegro (subcomisario), José Morales (oficial), Miriam González, René Ardiles, Víctor Salinas, Carlos Romano, José Paz, Gerardo González Rojas y Claudio Zelaya, por ser integrantes de una fuerza de seguridad.
Lo mismo ocurrió con Fabio Santillán, vigía ciudadano de la comuna de Monteagudo, que también participó en el incidente, reseñó el diario La Gaceta de Tucumán.
El último detenido es Álvaro González, cuya situación aún debe ser resuelta por la fiscal, aunque la acusación en su contra sería menor, ya que no estuvo en el momento del crimen.
Según la teoría de la fiscal, «ante el grito desesperado de Luis Espinoza para que dejen de golpear a su hermano, Morales apuntó con su arma reglamentaria marca Jericho a la humanidad de Luis, que se encontraba a una distancia de unos 10 metros aproximadamente y, con claras intenciones de causarle su muerte, realizó un disparo directo que impactó en el espacio intercostal izquierdo de la víctima».
del Centro Judicial de Monteros señaló que a las 20:00 del día en el que se cometió el crimen -el 15 de mayo pasado-, María Soledad Ruiz, Thalia Yudith y Claudia del Carmen Espinoza, todos parientes de la víctima, se presentaron en la comisaría de Monteagudo para averiguar el paradero del peón rural asesinado.
Allí fueron atendidos por Salinas y Miriam González, quienes habían participado del fatal incidente y les aclararon que no podían recibirles la denuncia por la supuesta desaparición de Luis hasta que no transcurrieran 72 horas.