En medio del pico de la pandemia, 900 mil miembros de una fuerza voluntaria de salud comunitaria iniciaron una huelga en reclamo de mejores equipos
La India sobrepasó este viernes los 2 millones de contagios confirmados de coronavirus, duplicando en menos de un mes esta cifra, en medio de un nuevo récord de detecciones diarias y mientras 900.000 miembros de una fuerza voluntaria de salud comunitaria iniciaron una huelga en reclamo de mejores equipos para responder a la ola de infecciones en las zonas rurales.
Las cifras oficiales de contagios en el tercer país más afectado por la pandemia, detrás de Estados Unidos y Brasil, asciende ahora a 2.027.074, con 62.538 casos en las últimas 24 horas y 886 personas muertes lo que eleva esa cifra a un total de 41.585 desde el inicio de la pandemia en el país.
A pesar de que la India ha mantenido tasas de mortalidad relativamente bajas, la magnitud de la enfermedad varía ampliamente en todo el territorio.
El estado occidental de Marahastra, con Bombay como capital, encabeza la lista de las regiones indias más afectadas con 479.779 casos, mientras que la ciudad de Nueva Delhi es igualmente uno de los principales focos del país con 141.531 positivos confirmados, informó la agencia de noticias EFE.
Con unos 1.300 millones de habitantes, el segundo país más poblado del mundo no ve por el momento el final de la curva que crece imparable desde que alcanzó el millón de positivos el pasado 17 de julio.
Según las autoridades sanitarias indias, el país continúa expandiendo su capacidad para realizar pruebas del coronavirus y en las últimas 24 horas ha realizado unos 660.000 test.
Se han realizado hasta la fecha 22,7 millones de test, de acuerdo con datos del Consejo de Investigación Médica de la India (ICMR), unas cifras que el Gobierno destaca pese a que el país ha sido señalado por algunos expertos por su bajo nivel de pruebas en relación a su población.
En tanto, alrededor de 900,000 miembros de una fuerza de salud comunitaria compuesta exclusivamente por mujeres iniciaron hoy una huelga de dos días, reclamando de las autoridades mayores facilidades para ayudar con el rastreo de contactos, además de exigir unidades de higiene personal y equipo de protección personal o pago adicional.
Los trabajadores de la salud, conocidos como Activistas Acreditados de Salud Social, o ASHA, que significa «esperanza» en varios idiomas indios, se han desplegado en cada aldea en nombre del Ministerio de Salud para contribuir en la lucha contra el brote.
Aunque el número de casos continúa en aumento, el Gobierno indio ha mantenido su programa de desescalada tras imponer uno de los confinamientos más duros del mundo el pasado marzo.
El Gobierno decretó el pasado 1 de agosto la entrada del país en su tercera fase de eliminación progresiva de las restricciones en buena parte del país, donde las limitaciones al movimiento han sido retiradas y buena parte de las actividades están permitidas, con excepción de las zonas de contención.
Aunque los bares, el metro o los cines siguen cerrados en todo el país, esta semana el Gobierno indio decretó la apertura de gimnasios bajo medidas de distanciamiento social.