Un 15 de junio de 2013 el Rojo perdía por primera y única vez la categoría. Un año después logró volver a Primera
Independiente vivió, una década atrás, el momento más oscuro de su rica historia deportiva, cuando consumó su primer y único descenso -hasta el momento- desde la Primera División del fútbol argentino.
El retroceso a la B Nacional se produjo un sábado 15 de junio de 2013, en una derrota 0-1 con San Lorenzo, en el estadio Libertadores de América, de lo que este jueves se cumplirán diez años. Pero, en realidad, la resignación por la pérdida de la categoría ya había hecho mella en el hincha del ‘Rojo’ mucho tiempo antes.
En el marco de un cambio institucional, que supuso la llegada de Javier Cantero como presidente, el club de Avellaneda atravesó un período de malos resultados y campañas discretas desde el Apertura 2010. Bajo la conducción técnica de Daniel Garnero, primero, y Antonio Mohamed, más tarde, el equipo evidenció un mediocre rendimiento que se corporizó en 2 triunfos, 8 empates y 9 derrotas.
La obtención de la Copa Sudamericana (2010), a manos del Goiás de Brasil, le otorgó aire al ‘Turco’ Mohamed para sostenerse en el cargo durante el Clausura 2011, en el que realizó una producción aceptable: 7 éxitos, 8 igualdades y 4 caídas que entregaron un balance de un sexto puesto, con 29 puntos.
El siguiente certamen, Apertura 2011, tampoco fue malo para el ‘Rojo’ de Mohamed, que inclusive recibió la buena nueva del retorno de un hijo pródigo como el ‘Mariscal’ Gabriel Milito, tras haber rescindido contrato con Barcelona.
Sin embargo, el ‘Turco’ no duró mucho en el cargo y se marchó en la quinta fecha, luego de un 0-1 con Boca Juniors, que completó la debacle que se había iniciado con las caídas por la Suruga Bank (2-2 en tiempo regular y 2-4 en los penales con el Jubilo Iwata de Japón) y por la Recopa Sudamericana (3-4 en el resultado global tras dos partidos con Internacional de Porto Alegre).
Un interinato de un partido de Cristian Díaz sirvió de prólogo para el acceso del riojano Ramón Díaz, quien había cosechado laureles como DT en el River dominante de la década del ’90.
La campaña con el ‘Pelado’ no fue mala, a punto tal que Independiente terminó con 27 puntos, 7 victorias, 6 empates y 6 derrotas.
El arranque del Clausura 2012, con cuatro tropiezos en fila, eyectaron prematuramente a Ramón, quien fue reemplazado por Cristian Díaz, que se vistió de ‘bombero’, otra vez, para ir a La Bombonera.
En un partido inolvidable, con un desarrollo extrañísimo, el equipo de Avellaneda se impuso a su par xeneize (que perdió un invicto de 33 partidos en torneos locales bajo la conducción del DT Julio César Falcioni), por 5-4, con un triplete de Ernesto ‘Tecla’ Farías. El exEstudiantes de la Plata definió la historia en tiempo de descuento.
La campaña, sin embargo, no resultó auspiciosa y el equipo terminó decimosexto, con un saldo de 5 triunfos, 5 empates y 9 derrotas, lo que desembocó en que se iniciara el siguiente torneo último en la tabla de los promedios, con un coeficiente de 1,184.
El Inicial 2012 tampoco fue la excepción en un Independiente que venía acostumbrándose a resultados decepcionantes. Ya no estaba Cristian Díaz (despedido tras una derrota 0-2 con Arsenal) y su reemplazante resultó Américo ‘Tolo’ Gallego, el DT que lo clasificó campeón al club de Avellaneda por última vez en el ámbito local: Apertura 2002.
El funcionamiento colectivo tampoco mejoró con el exDT de River y Newell’s, a punto tal que el equipo concluyó en el decimoctavo puesto, con 17 puntos, como consecuencia de 3 victorias, 8 empates y 8 derrotas. El promedio cayó a 1,126 para ubicarse en el 18vo. Puesto.
El torneo Final 2013 se presentaba crucial para el ‘Rojo’, que se reforzó con el retorno de Daniel ‘Rolfi’ Montenegro como conductor dentro de la cancha. Además, se contrató al colombiano Juan Fernando Caicedo, quien venía de buenos antecedentes con Deportes Quindío.
Un 1-3 ante Newell’s en Avellaneda en el debut preanunciaba tiempos difíciles, pero Independiente consiguió oxígeno, con sendos triunfos sobre Vélez (1-0) y Racing (2-0), lo que le permitió -por única vez- salir de zona de descenso en el certamen.
El equipo volvió a defeccionar e hilvanó seis partidos sin perder, lo que derivó en la salida de Gallego como técnico, luego de un 1-1 con Unión de Santa Fe, en la novena fecha.
El barco a la deriva fue tomado por Miguel Brindisi, otro entrenador con pergaminos en la institución, a partir del título que había conseguido en el Clausura 1994.
El ciclo se inició con una caída ante Atlético de Rafaela (0-2), pero luego el conjunto de Avellaneda obtuvo 10 sobre 12 puntos posibles, incluidos triunfos sobre Argentinos Juniors y San Martín de San Juan, dos rivales que también peleaban ahí abajo.
Dos empates sin goles con Belgrano de Córdoba y Estudiantes de La Plata complicaron las pretensiones de Independiente, que vio cómo sus adversarios conseguían triunfos inesperados. Encima, un 1-2 con River en Núñez dejaron al autodeclarado ‘Rey de Copas’ en una situación límite.
En la penúltima jornada, frente a San Lorenzo, el equipo de Avellaneda no sólo debía ganar para sostener ilusiones de salvación, sino que además aguardaba los tropiezos de Argentinos y el equipo sanjuanino.
No ocurrió ninguno de los deseos esperados, porque la entidad de La Paternal se impuso a Colón (1-0) y San Martín prevaleció sobre Estudiantes de La Plata (2-0).
Así quedó decretado el descenso del dueño absoluto de siete Copas Libertadores, el equipo que no perdió ninguna de las finales que disputó en el máximo certamen continental. El regreso a la máxima categoría se concretó al año siguiente, con un difícil 2-0 sobre Huracán, en La Plata, en partido desempate por el tercer ascenso.