La Universidad Nacional de La Plata puso en marcha un curso de español escrito como segunda lengua, destinado especialmente a sus estudiantes sordos que se comunican con lengua de señas, informó esa alta casa de estudios.
La inédita iniciativa, implementada por la Dirección de Inclusión, Discapacidad y Derechos Humanos, se generó a partir de un exhaustivo relevamiento realizado por dicha dirección que permitió detectar que las personas con problemas auditivos que cursan en las aulas de la UNLP manifestaron tener dificultades en la escritura y la lectura de textos en español, y especialmente de textos académicos.
Con un total de 12 alumnos, el curso está ahora en fase de prueba piloto, con el objetivo de continuarlo el año próximo cuando se ponga en marcha el ciclo lectivo 2019 en las 17 facultades.
La docente a cargo del Programa, Marcela Bruno, del área de Español como lengua segunda y extranjera de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, explicó que «se genera un intercambio de lenguas. Hay un aprendizaje mutuo entre los estudiantes sordos que se comunican a través de la Lengua de Señas Argentina, y yo como docente».
Las clases del curso de español escrito como segunda lengua tienen, además de la docente responsable, una persona sorda que actúa como mediadora.
En este rol se desempeña Juan Manuel Barbato, formado en la Tecnicatura en Lengua de Seña Argentina de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
«Trabajo como asesor lingüístico y mediador entre las dos culturas, la de las personas sordas que estudian en la UNLP y el resto de la comunidad universitaria. Los estudiantes que participan del taller se muestran muy conformes con esta experiencia; es una nueva herramienta muy valiosa para acompañarlos y profundizar la inclusión en el ámbito universitario», afirmó Barbato.
El programa busca, asimismo, desarrollar materiales, actividades y estrategias para estimular y facilitar el bilingüismo Lengua de Seña Argentina-Español.
Al respecto, Evelina Díaz, trabajadora social de la Dirección de Inclusión, Discapacidad y Derechos Humanos, aclaró que «la comunidad sorda venía reclamando que se considere a la Lengua de Seña Argentina como su lengua materna. Este espacio inédito se suma a los intérpretes para estudiantes sordos con que cuenta la Universidad, siendo de las pocas que cuenta con ese servicio».
Díaz agregó que el objetivo de estas herramientas es ofrecer insumos a los alumnos de la Universidad, «para que cuenten con autonomía en la trayectoria académica, no porque la Lengua de Seña no se las dé, sino porque tenemos una sociedad que hegemoniza la oralidad».
Debido a los excelentes resultados de esta experiencia piloto, la UNLP continuará el año próximo con este espacio, resultado de las políticas inclusivas, a través del diálogo constructivo con las personas con discapacidad que eligen formarse en la casa de estudios platense
La inédita iniciativa, implementada por la Dirección de Inclusión, Discapacidad y Derechos Humanos, se generó a partir de un exhaustivo relevamiento realizado por dicha dirección que permitió detectar que las personas con problemas auditivos que cursan en las aulas de la UNLP manifestaron tener dificultades en la escritura y la lectura de textos en español, y especialmente de textos académicos.
Con un total de 12 alumnos, el curso está ahora en fase de prueba piloto, con el objetivo de continuarlo el año próximo cuando se ponga en marcha el ciclo lectivo 2019 en las 17 facultades.
La docente a cargo del Programa, Marcela Bruno, del área de Español como lengua segunda y extranjera de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, explicó que «se genera un intercambio de lenguas. Hay un aprendizaje mutuo entre los estudiantes sordos que se comunican a través de la Lengua de Señas Argentina, y yo como docente».
Las clases del curso de español escrito como segunda lengua tienen, además de la docente responsable, una persona sorda que actúa como mediadora.
En este rol se desempeña Juan Manuel Barbato, formado en la Tecnicatura en Lengua de Seña Argentina de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos.
«Trabajo como asesor lingüístico y mediador entre las dos culturas, la de las personas sordas que estudian en la UNLP y el resto de la comunidad universitaria. Los estudiantes que participan del taller se muestran muy conformes con esta experiencia; es una nueva herramienta muy valiosa para acompañarlos y profundizar la inclusión en el ámbito universitario», afirmó Barbato.
El programa busca, asimismo, desarrollar materiales, actividades y estrategias para estimular y facilitar el bilingüismo Lengua de Seña Argentina-Español.
Al respecto, Evelina Díaz, trabajadora social de la Dirección de Inclusión, Discapacidad y Derechos Humanos, aclaró que «la comunidad sorda venía reclamando que se considere a la Lengua de Seña Argentina como su lengua materna. Este espacio inédito se suma a los intérpretes para estudiantes sordos con que cuenta la Universidad, siendo de las pocas que cuenta con ese servicio».
Díaz agregó que el objetivo de estas herramientas es ofrecer insumos a los alumnos de la Universidad, «para que cuenten con autonomía en la trayectoria académica, no porque la Lengua de Seña no se las dé, sino porque tenemos una sociedad que hegemoniza la oralidad».
Debido a los excelentes resultados de esta experiencia piloto, la UNLP continuará el año próximo con este espacio, resultado de las políticas inclusivas, a través del diálogo constructivo con las personas con discapacidad que eligen formarse en la casa de estudios platense