Policiales

Imputaron al chofer de Uber que abuso a una joven de 22 años en Rosario


Alberto A. F. fue imputado por abuso sexual a una rosarina el pasado 17 de noviembre

Un conductor de Uber identificado como Alberto A. F. fue imputado este jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario por un intento de abuso sexual contra una joven de 22 años ocurrido el pasado 17 de noviembre. La fiscal Luciana Vallarella, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, le atribuyó el delito de abuso sexual simple, cometido en calidad de autor y consumado.

De acuerdo con la imputación, el incidente tuvo lugar alrededor de las 6 de la mañana, cuando el imputado, al volante de un Chevrolet Prisma, recogió a la víctima en Ovidio Lagos al 5300, mientras trabajaba para la aplicación Uber, que opera de manera ilegal en Rosario. Según la denuncia, el conductor pidió a la joven que se sentara en el asiento delantero, junto a él, y posteriormente realizó comentarios inapropiados y tocamientos.

La fiscalía detalló que, al llegar a Ovidio Lagos al 3600, la víctima logró descender del vehículo y escapar cuando este se detuvo en un semáforo en rojo.

La aplicación Uber, que funciona sin autorización legal en Rosario, exige que los pasajeros viajen en el asiento delantero junto al conductor, lo que ha sido cuestionado por las implicancias de seguridad para los usuarios.

El relato de la víctima

Antonella, la joven denunciante, relató a La Capital detalles del hecho:
«Lo primero que me dice cuando me subí es ‘qué linda que sos, me alegraste la mañana’. Yo hice como que no lo escuchaba. Luego me preguntó si había alguien esperándome en casa, a lo que respondí que sí, aunque era mentira porque tenía mucho miedo».

Según la joven, en un momento el conductor le colocó la mano sobre la pierna y comentó: «Mirá cómo estoy», mientras se tocaba la entrepierna. La situación se tornó más grave cuando intentó descender del auto y se dio cuenta de que las puertas estaban trabadas.

«En una estación de servicio intenté bajarme, pero no pude. Fue en otro semáforo, donde había más gente, que logré salir después de insistirle que me abriera la puerta», narró la víctima.