Los imputados habrían colaborado con una persona no identificada que operaba desde el extranjero utilizando un alias y herramientas tecnológicas avanzadas para camuflar su ubicación.
En los Tribunales Provinciales de Casilda se desarrolló una audiencia imputativa el viernes 29 de noviembre, donde siete personas fueron acusadas de participar en un esquema de estafa que habría afectado a 36 inversores, generando pérdidas superiores a 23 millones de pesos argentinos y 34 mil dólares estadounidenses. El caso, que involucra el uso de herramientas tecnológicas avanzadas y una estrategia cuidadosamente elaborada para captar víctimas, provocó un fuerte impacto en la región.
El juez de Primera Instancia, Darío Pangrazi, formalizó la imputación contra los involucrados, quienes enfrentan cargos por seis estafas en concurso real, en calidad de cómplices primarios y consumados. Entre los acusados, Y.S. fue señalado como el principal organizador del esquema y se dispuso su prisión preventiva efectiva hasta el 23 de diciembre de 2024. Para el resto de los imputados, el magistrado dictó medidas alternativas a la prisión preventiva, incluyendo la prohibición de acercarse a las víctimas, la restricción para salir de la provincia hasta mayo de 2025 y el pago de una fianza de 600.000 pesos cada uno.
Según la investigación liderada por el fiscal Juan Pablo Baños, el presunto fraude se llevó a cabo entre abril y octubre de 2024. Durante ese período, los imputados habrían colaborado con una persona no identificada que operaba desde el extranjero utilizando un alias y herramientas tecnológicas avanzadas para camuflar su ubicación. Esta persona se presentaba como representante de la firma ficticia “Peak Capital Team”, que supuestamente operaba en la bolsa de valores a través del inexistente índice ASX30.
El esquema incluyó la organización de eventos en salones de Casilda, como el Club Círculo Deportivo, donde se promocionaban inversiones con promesas de altas rentas mensuales y seguridad financiera. Los acusados, cada uno con roles específicos, desplegaban estrategias de persuasión que incluían sorteos, obsequios promocionales y tutoriales para atraer inversores. A través de redes sociales y grupos de WhatsApp que llegaron a reunir a más de 800 participantes, la organización logró generar confianza en la comunidad local.
Las inversiones se realizaban mediante la compra de criptomonedas USDT en la plataforma OKX, que luego eran transferidas a otra plataforma llamada MGS Trade, donde se simulaban operaciones en el supuesto índice ASX30. Sin embargo, el esquema se volvió insostenible en octubre de 2024, cuando la disminución de nuevos inversores y la imposibilidad de cumplir con los pagos prometidos llevaron al colapso del sistema. Las cuentas de los afectados fueron bloqueadas, dejando a los inversores sin posibilidad de recuperar su dinero.
La estafa dejó un saldo de pérdidas estimadas en más de 23 millones de pesos y 34 mil dólares, afectando a decenas de personas en Casilda y la región. La Justicia continúa investigando para identificar a otros responsables y rastrear los fondos desviados, aunque las características transnacionales del fraude y el uso de tecnologías como redes VPN y plataformas de criptomonedas dificultan el rastreo del dinero y de los cabecillas superiores del esquema.