Por la misma causa ya hay más de 20 personas que fueron arrestadas y acusadas formalmente como integrantes del grupo criminal.
Un expolicía que oficiaba como «recaudador», un «tira tiros» y dos presuntos vendedores de drogas al menudeo fueron imputados hoy en Rosario como miembros de una asociación ilícita cuyos líderes la conducen desde la cárcel, informaron fuentes judiciales.
Los cuatro involucrados, detenidos la semana pasada, formarían parte de una banda criminal que operaba como célula de «Los Monos» en los barrios Ludueña y Empalme Graneros del noroeste de Rosario, según el fiscal de la Unidad de Balaceras, Pablo Socca.
Por la misma causa ya hay más de 20 personas que fueron arrestadas y acusadas formalmente como integrantes del grupo criminal.
El representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) imputó hoy al policía exonerado Darío Protti; a Julio César Torres, Nancy Gil y Kevin Coronel como integrantes de la esa estructura delictiva.
La jueza Silvia Castelli, que presidió la audiencia, tuvo por formalizada la imputación y les dictó prisión preventiva por el plazo de dos años a los cuatro acusados, indicaron voceros del caso.
El fiscal Socca ubicó como líderes de la organización criminal a Andy Benítez, Julián Aguirre y Jonatan Almada, tres jóvenes que organizan los delitos desde la cárcel, donde están detenidos.
Un eslabón más abajo se ubicaba Mauro Geréz, considerado jefe de sicarios de la banda hasta que fue arrestado el año pasado, precisó el fiscal.
Ese grupo criminal mantuvo un fuerte enfrentamiento armado el año pasado con otra banda, liderada por un joven preso, Francisco Riquelme, quien según los investigadora tributa al capo narco Esteban Alvarado, enemigo de «Los Monos».
En cuanto a los imputados hoy, el fiscal los acusó de «haber formado parte de una asociación ilícita que se dedicó a cometer delitos contra las personas, la vida, la propiedad, la administración pública, la seguridad y la salud pública».
Para eso, dijo el fiscal, la banda «procuró ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario -principalmente Ludueña y Empalme Graneros- y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas».
Con ese fin cometieron «sistemáticamente» delitos como homicidios, amenazas, abuso de armas, portación y tenencia ilegal, venta ilegal de estupefacientes y extorsiones a comerciantes, abundó.
Socca precisó que Nancy Gil tiene como rol en la banda ocultar armas de fuego, fraccionamiento y venta de drogas y es una persona «de confianza» de Almada.
Mientras que sobre Protti, exonerado de la fuerza luego de una condena por un caso de «gatillo fácil», sostuvo que tenía como principal función la de ser «el recaudador».
«También dispone de armas de fuego y vehículos que pone a disposición de otros miembros de la organización para la comisión de atentados, oculta las armas y las entrega a terceros, como así también organiza y planifica los hechos contra miembros de organizaciones rivales», agregó el fiscal y explicó que también tributa, en la jefatura de la organización, a Jonatan Almada.
Por último, Socca señaló a Torres como alguien que «realiza actividades vinculadas a narcomenudeo, mientras que Coronel, seria «una de las personas que efectúa disparos hacia objetivos que se le indique, ya sea viviendas o personas integrantes de bandas rivales», y pertenece y reporta a Geréz.