Fernanda Faricelli es psicóloga, pero se volcó a escribir libros. «Me ayuda a canalizar emociones, angustias, momentos de soledad», contó
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
Fernanda Faricelli descubrió su vocación por la escritura de un modo bastante particular y en una instancia de su vida en la que parecía «estar todo dicho». La narrativa llegó a su cotidianeidad para romper con esa estructura y despertar en ella una pasión «sin límites» que modificó su perspectiva.
Oriunda de Fuentes, localidad del Departamento San Lorenzo, cercana a Casilda, comenzó a escribir a sus 30 años. A los 38 años, recuerda esa experiencia: »Empecé a modo de catarsis, sentía que tenía muchas cosas para expresar, contar; pensamientos e ideas retenidas que no podía expresar como quería».
En la misma línea, comentó que de esos primeros textos, nació su primer libro autobiográfico al que tituló «Los días de amparo», en el que relata gran parte de su infancia, adolescencia, primera juventud, amores, desamores, familia, amistades y vínculos: «La búsqueda permanente de lo que uno quiere hacer o ser», expresó.
Y continuó: «Para mí la escritura en ese momento y, también en la actualidad, sigue siendo un recurso terapéutico. Además de que me gusta mucho y siempre fui de leer, he descubierto que ha sido una herramienta para atravesar momentos dolorosos, transitar duelos por pérdidas de seres queridos, entre otras cosas. Hoy lo compruebo aun más».
Fernanda está terminando la carrera de psicología, solo le falta la tesis para recibirse y aseguró que la misma la ha ayudado a corroborar esta idea de que la escritura «es un medio terapéutico» y varios psicólogos de diferentes corrientes la utilizan con esa intención. «Me ayuda a canalizar emociones, angustias, momentos de soledad», afirmó.
Según relató su primer libro, publicado en el 2016, tuvo una repercusión muy positiva en los lectores. «Lo hice para darme el gusto de publicar mi primer obra, empecé a escribir como hobby pero nunca pensé que iba a poder publicar».
En este sentido, agregó: «Investigué y me di cuenta que no era imposible como tenía en mente y me animé . Comencé con una tirada de 100 ejemplares, después vinieron 100 más. Lo presenté en Fuentes, en varios lugares de Rosario y diferentes ferias del libro de distintos puntos del país».
La escritora realizó un importante recorrido en el que conoció a escritores de la región y hoy forma parte de varios grupos de literatura donde la convocan permanentemente a participar de antologías literarias nacionales e internacionales.
Tiempo después, llegó «Cartas de Roma», su segundo, una historia de ficción que, según manifestó, le permitió jugar un poco más en la creación de personajes. La novela se publicó en 2018 y aborda una problemática profunda como es la salud mental.
A fines de ese año y durante todo el 2019, se abocó a su última producción a la que llamó «Alta en el cielo», la cual no pudo ser publicada en ese momento por la pandemia y debió posponerse la presentación, la cual finamente se realizó en 2021.
La obra aborda una problemática muy sensible como es la violencia intrafamiliar: «Son casos de niños, niñas y mujeres que viven situaciones de este tipo en sus propios hogares; la violencia en sus múltiples aristas. No solo física, sino también verbal, económica, psicológica en distintos aspectos», explicó y destacó que si bien la novela está atravesada por la violencia, hostilidad y el odio, busca dejar un mensaje de esperanza.
Respecto a la pandemia, afirmó que fue un contexto limitante», donde «se hizo lo que se pudo». Más allá de los limites que estableció el coronavirus, sostuvo que le permitió encontrar la «fortaleza para reinventarse».
Por otra parte, indicó que integra diversos grupos internacionales lo cual le posibilitó presentar sus libros en otros países latinoamericanos, como Cuba y Colombia. «Se genera una red de contactos y un intercambio muy rico entre artistas», señaló al respecto.
Al concluir, destacó el acompañamiento y seguimiento de los lectores: «Fue lo que me ha impulsado a seguir en este camino. Más allá de lo económico, para mi es sustancial el comentario de un lector que compra mi libro, es sumamente gratificante.