Con vientos mayores a los 150 kilómetros por hora, llegó a dicho estado de EE.UU. y los residentes de la costa abandonaron sus viviendas
El huracán Delta, con vientos superiores a los 150 kilómetros por hora, impactó en el estado de Luisiana, en los Estados Unidos y miles de personas residentes en la costa y ya afectadas por el huracán Laura en agosto pasado, abandonaron sus viviendas.
En tanto, unos 75.000 habitantes de la localidad de Lake Charles, se aprestaban esta noche a dejar sus hogares ayudados por unos 2.400 efectivos de la Guardia Nacional.
Delta impactó como huracán de categoría 2 en las costas de Luisiana, con vientos de 155 kilómetros y, al tocar tierra en la localidad de Creole, se convirtió en el décimo ciclón que impacta en los Estados Unidos este año, lo que constituye un récord, indicaron meteorólogos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió por el riesgo de fuertes tormentas e inundaciones, lo que llevó a las autoridades a emitir órdenes de evacuación, según informó la agencia de noticias AFP.
El estado de Luisiana movilizó a la Guardia Nacional mientras la población de la costa del estado abandonó sus hogares.
«No sé si tendremos una casa cuando volvamos», dijo Kimberly Hester, residente de Lake Charles, por donde pasará Delta.
Esta ciudad de unos 75.000 habitantes es conocida por sus refinerías de petróleo y está en plena trayectoria esperada del huracán.
El NHC advirtió «de muy peligrosas marejadas ciclónicas» en la costa estadounidense del Golfo, con inundaciones de hasta 3 metros.
El huracán ya pasó por la península mexicana de Yucatán como tormenta tropical sin causar mayores daños y sin que se reportaran víctimas.
El estado de Luisiana fue impactada por el huracán Laura, de categoría cuatro, en agosto pasado.
El gobernador, John Bel Edwards, pidió a los residentes ser extremadamente cautelosos con Delta y anunció que 2.400 efectivos de la Guardia Nacional fueron movilizados para colaborar.
En la ciudad de Lake Charles, muchas casas seguían cubiertas por lonas a causa de los daños causados por ciclones anteriores y Edwards advirtió que Delta podría hacer volar como misiles los escombros de las tormentas previas.
El tránsito estuvo atascado ayer en los dos sentidos de la autopista de Lake Charles debido a la cantidad de gente que dejaba la ciudad.
Terry Lebine, quien ya se había evacuado hacia el poblado de Alexandria, unos 100 kilómetros al norte, cuando se aproximaba Laura, ahora se aprestaba para escapar otra vez.
«Es agotador», dijo a la AFP. «Tengo a mi madre de 81 años en un estado de salud que no es el mejor. Apenas habíamos vuelto a casa después de Laura y ya tenemos que irnos de nuevo a causa de Delta. Estuvimos en casa dos o tres semanas», cuenta.
Delta es la tormenta número 26 de una temporada de huracanes atlánticos inusualmente activa. En septiembre, los meteorólogos se quedaron sin nombres para designarlas y debieron emplear el alfabeto griego.
Al elevarse la temperatura de las aguas oceánicas debido al cambio climático, los huracanes se tornaron más fuertes y científicos señalan que probablemente aumentará la cantidad de tormentas de categoría 4 y 5, las más peligrosas.