El gobierno provincial decretó la suspensión de toda actividad religiosa hasta el 21 de mayo. Emilio Cardarelli, vicario del Arzobispado de Rosario, dialogó con CLG: pidió a fieles "que no se dejen pasar por arriba"
Las actividades religiosas en espacios cerrados fueron suspendidas por el gobernador Omar Perotti en el marco de las medidas de restricción de la circulación por el avance de la segunda ola de contagios de coronavirus. La decisión se aplica para 14 departamentos de la provincia y las repercusiones no tardaron en llegar, por eso desde la Iglesia Católica mostraron su disconformidad con la medida.
Desde el Arzobispado de Rosario mostraron su malestar y más aún por haber sido comunicado el mismo día que se celebró la solemnidad de «Nuestra Señora de Luján», patrona de Argentina.
En sí, la medida impide todo tipo de actividades religiosas en espacios cerrados hasta el 21 de mayo.
En este contexto, las máximas autoridades de la Iglesia Católica de Santa Fe esperan mantener un diálogo con las autoridades provinciales con el objetivo de rever la decisión y poder volver a la actividad normalmente.
En este sentido, CLG habló Emilio Cardarelli, vicario general del Arzobispado de Rosario, que reveló que en la sede de Córdoba 1677 al momento de escuchar las decisiones «se vieron sorprendidos y dolidos ante una medida inconsulta».
«Se da en un contexto que pasa por encima de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDDHH), que le dijo a los gobiernos que las medidas legítimas ante la situación sanitaria nunca pueden implicar que se suspendan derechos fundamentales, como la libertad religiosa», consideró Cardarelli.
Para el vicario «tanto Nación como Provincia» pasaron por arriba a la CIDDHH, y eso «es motivo de preocupación, no sólo para el arzobispo y los sacerdotes sino también para los fieles». En este punto exhortó a los ciudadanos a que «defiendan con prudencia y firmeza sus propios derechos, es decir, que no se dejen pasar por arriba». «Es lo que la gente siente», resumió.
Sobre la aplicación del decreto, Cardarelli dijo que es «bastante confuso», y es por ello que algunas parroquias lo pudieron aplicar desde las 0 del domingo y otras lo harán a partir de las 0 de este lunes porque tenían actividades relacionadas a la Virgen del Luján.
En este sentido, el referente católico expresó que la Iglesia «siempre apuesta al diálogo para ver si esta situación se revierte».
«Las iglesias son espacios de salud espiritual y son necesarias. No se puede no tener en cuenta todos los esfuerzos que hacen las autoridades religiosas para prevenir los contagios en los fieles», sentenció Cardarelli.
Por último, afirmó que la «idea es acatar el decreto como un signo claro de nuestra vocación al diálogo por más que no se haya hablado antes y haya sido por decreto». Sin embargo, Cardarelli expresó que es «importante» que los fieles se expresen cuando vean «avasallada su libertad religiosa» para que las autoridades gubernamentales entiendan que no es sólo cuestión de los referentes sino también de «toda comunidad religiosa, más allá de la religión que profese».