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Identifican una nueva forma de ADN en las células humanas vivas


Una nueva forma de células de ADN diferente a la doble hélice conocida, llamada I-motif, fue encontrada en células humanas vivas en un estudio realizado por un grupo de científicos del Instituto Garvana, de Sidney, Australia, según informó hoy la institución en un comunicado.

«Es ADN pero no es como lo conocemos», comienza el comunicado del Instituto Garvan que difunde su descubrimiento, cuya investigación fue publicada en la revista Nature Journal, y que detalla que se trata de un «nudo retorcido de cuatro cadenas que nunca antes había sido visto directamente en las células vivas».

La institución recordó que el ADN «proporciona instrucciones precisas sobre cómo se construyen nuestros cuerpos y cómo funcionan» y describió que «la icónica forma de ‘doble hélice’ del ADN ha capturado la imaginación del público desde 1953, cuando James Watson y Francis Crick descubrieron la estructura del ADN».

«Cuando la mayoría de nosotros pensamos en el ADN, pensamos en la doble hélice», expresó el Profesor Asociado Daniel Christ (Jefe del Laboratorio de Anticuerpo Terapéutico Garvan), quien codirigió la investigación, y continuó «esta nueva investigación nos recuerda que existen estructuras de ADN totalmente diferentes y que podrían ser importantes para nuestras células».

Aunque los investigadores ya habían visto el i-motif anteriormente e incluso estudiado en detalle, esto había sucedido sólo in vitro, es decir, bajo condiciones artificiales en el laboratorio y no dentro de las células.

«De hecho, los científicos han debatido si los «nudos» i-motif existían en todos los seres vivos, una cuestión que se resuelve con los nuevos hallazgos», aseguró el comunicado.

Y explicó que «para detectar los i-motifs dentro de las células, los investigadores desarrollaron una nueva herramienta precisa, un fragmento de una molécula de anticuerpo, que podría reconocer específicamente y unirse a i-motifs con una afinidad muy alta».

«Hasta ahora, la falta de un anticuerpo que sea específico para i-motifs ha obstaculizado seriamente la comprensión de su función», advirtieron.

Esta herramienta contempló además técnicas de fluorescencia para identificar dónde estaban ubicados los i-motifs: «Lo que más nos emocionó es que pudimos ver las manchas verdes, que son los i-motif, aparecer y desaparecer con el tiempo, así que sabemos que se están formando, disolviendo y volviendo a formar», expresó por su parte el médico Mahdi Zeraati, cuya investigación respalda los hallazgos del estudio.

Los investigadores demostraron que los i-motifs se forman principalmente en un punto particular del «ciclo de vida» de la célula: la fase tardía G1, cuando el ADN se lee activamente.

Finalmente, también mostraron que aparecen en algunas regiones promotoras (áreas del ADN que controlan si los genes están activados o desactivados) y en los telómeros, «secciones terminales» de los cromosomas que son importantes en el proceso de envejecimiento.