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Huelga de jornaleros en sur de Italia tras muerte de inmigrantes


 

Cientos de jornaleros africanos que trabajan en la recolección de tomates en los campos del sur de Italia llevaron a cabo este miércoles una huelga para pedir un trato digno, tras la muerte de dieciséis de ellos en dos accidentes de tráfico.

«No somos esclavos, no a la explotación», gritaban en coro los manifestantes, quienes marcharon desde los campos hasta la sede de la policía de la ciudad de Foggia, en Apulia.

Otra manifestación ha sido organizada para el final de la jornada, después que murieran los inmigrantes en el choque de dos camiones repletos de trabajadores agrícolas extranjeros.

La situación en Italia de los migrantes que trabajan como jornaleros en el campo ha sido denunciada por organizaciones humanitarias y católicas, ya que muchos empresarios agrícolas se aprovechan de su condición para explotarlos, transportarlos a los campos en medios pocos seguros, además de pagarles salarios muy bajos.

Muchos de ellos, inclusive con papeles, se ven obligados a vivir en campamentos sin servicios y dependen de intermediarios para obtener trabajo y llegar a los campos.

El sábado y el lunes, dos choques entre camiones con tomates y furgonetas, que transportaban trabajadores agrícolas extranjeros al final de un día de trabajo, dejaron un saldo de 16 muertos y cuatro heridos graves.

«Se trata de mafias. En la provincia de Foggia hay una organización mafiosa que hay que erradicar por todos los medios legales y que perseguiremos calle por calle, pueblo por pueblo», advirtió el ministro del Interior, Matteo Salvini, líder ultraderechista de la Liga, integrante del gobierno.

Los llamados «nuevos esclavos» suelen trabajar para las «agromafias», que no respetan los derechos laborales y esclavizan a los jornaleros.

En una asamblea celebrada el domingo, después del primer accidente, en uno de los campamentos marginales de la región decenas de trabajadores agrícolas africanos decidieron convocar a un día de huelga para este miércoles.

La víspera, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visitó Foggia, donde prometió reforzar los controles.

«Debemos crear los mecanismos para que los empresarios agrícolas sean estimulados a renunciar a una parte de las ganancias para invertir en condiciones laborales dignas y en el respeto a los trabajadores», aseguró el jefe de gobierno.

«Hay que evitar el trabajo negro, ilegal. Existe una ley desde el año 2016, tenemos que entender porqué no ha logrado los efectos esperados», agregó.

El llamado «Caporalato», con capataces que guían a cuadrillas de jornaleros, emplean a inmigrantes, los cuales suelen ser alojados en barracas metálicas en medio del campo, sin agua corriente ni servicios.

Las primeras huelgas de inmigrantes fueron realizadas en 2011, en Nardó (sur), y entonces salió a la luz la terrible explotación, lo que obligó al gobierno a aprobar nuevas leyes que ilegalizaban la explotación de la mano de obra de los sin papeles.