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Damián Delorenzi: el sueño trunco del fútbol, debut fallido y un presente único


El cocinero rosarino celebró 10 años con "Pasión por las brasas" y para festejarlo sacó un libro. El chef dialogó con CLG sobre su pasado como futbolista, sus inicios y una actualidad en donde sobresale

El cocinero rosarino celebró 10 años con «Pasión por las brasas» y para festejarlo sacó un libro. El chef dialogó con CLG sobre su pasado como futbolista, sus inicios y una actualidad en donde sobresale

Por Mario Luzuriaga

Se cumplieron diez años de que el cocinero Damián Delorenzi entró a los hogares de Rosario y la región para transmitirles sus mejores secretos a la hora de elaborar un exquisito plato.

Delorenzi es un apasionado en todos los aspectos de la vida. Su sueño era ser jugador de fútbol, pero al no poder darse esa oportunidad, logró reencontrarse con sus raíces y volcó todo para el lado de la cocina.

«Mi pasión nace de ver a mi familia, a mis abuelos, de compartir una comida; o de después de jugar un partido con amigos, hacer un pozo y asar alguna papa o una batata», expresó el chef en diálogo con CLG. Comentó que es ahí donde inició su camino con la gastronomía que hasta el día de hoy lo tiene como uno de los exponentes de la ciudad.

Delorenzi confiesa que la comida es el pretexto para unir a los amigos y la familia y compartir un buen momento. «Me pone muy contento descubrir un plato nuevo que poder encontrar un nuevo planeta», dijo.

Luego de colgar los botines, el cocinero se dedicó a la cocina ya que se dio cuenta que no llegaba a convertirse en un jugador de fútbol profesional. Es ahí donde comenzó sus estudios en la escuela del Gato Dumas y puso todas sus energías su profesión. Hizo sus primeras armas en Buenos Aires hasta que luego se volvió a Rosario para convertirse en profeta en su tierra.

Consultado sobre cuál fue su primera experiencia en la ciudad, contó que su debut fue fallido, ya que no le salía la masa para hacer panqueques, que son la base para hacer canelones. «El servicio era un caos y tuve que llamar a mi vieja para que me diga la receta, porque no me salían», recuerda.

Delorenzi reflexiona acerca de estos diez años de «Pasión por la brasas» y por su carrera en general. «Me gusta mucho arriesgar en la comida con armas leales y tratar de no perjudicar a nadie».

El objetivo a futuro que tiene el cocinero es poner a Rosario como un polo gastronómico importante y que sea referente de una región, ya que es una ciudad clave en donde se combinan varios factores de la gastronomía del país.