Por Enrique Genovar «Hoy puede ser un gran día…». Así comienza una canción del Nano Serrat. Una frase positiva y el verso donde está termina con esta otra «…depende en gran parte de ti». Y llegó el día, el día que todo el mundo canalla esperaba después de la definición por penales ganada a Temperley: la final. Una nueva posibilidad que le da la Copa Argentina de poder gritar campeón. La chance está y es posible que está vez se dé. Pero en el fútbol nada es por azar y menos un título. Central lo va a tener que trabajar al partido si quiere esta noche gritar campeón. Deberá hacer los deberes y parecerse al de los últimos partidos o al que arrancó el campeonato local. El Canalla deberá poner en cancha algo más de lo que hizo ante Temperley. Ahora el rival es diferente y necesita otra atención. Las herramientas que tiene Central, las que lo llevaron a estar ante esta posibilidad deberán hacerse presente todas juntas: el orden defensivo, la pelota detenida, la capacidad de los delanteros y por sobre todas las cosas la lucha en mitad de cancha. Estás cuestiones deberán fusionarse es pos del objetivo de máxima para poder alcanzarlo. Una de las cuestiones que hace que los hinchas confíen en que está vez sea la vencida es la presencia de Edgardo Bauza en el banco de suplentes. Un técnico ganador que sabe de estas contiendas, conocer como pocos de la idiosincrasia del pueblo canalla. Un entrenador que trasmite seguridad y serenidad a todos los jugadores. Ídolo como jugador y campeón, que ahora está ante la gran chance de coronarse también como director técnico. El rival tiene lo suyo también, pero hay menos jerarquía en cuanto a nombres. Un Gimnasia que tiene cosas parecidas a las de Central y habrá que evitar que las utilice. Las palabras en esta clase de previas casi siempre sobran, lo cierto es que el Canalla sabe lo que debe hacer para llegar a la consagración que tanto busca. «Hoy puede ser un gran día…» Para que así sea depende mucho de lo que haga el equipo del Patón ante el Lobo.]]>
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Por Enrique Genovar