El trágico hecho sucedió en Esquel, Chubut. Afirman que los cohetes eran tirados, en gran cantidad, por los vecinos de la zona
El trágico hecho sucedió en Esquel, Chubut. Afirman que los cohetes eran tirados, en gran cantidad, por los vecinos de la zona
Un joven vivió la trágica pérdida de su mascota, una perra, por el uso excesivo de pirotecnia. Sucedió en la ciudad chubutense de Esquel. El animal murió abrazado a su dueño por los nervios que le generaban los fuegos artificiales.
Los dueños de Magui vieron que la perra comenzaba a ponerse nerviosa y, tras varios intentos fallidos de comunicarse con los veterinarios, el animal tuvo un paro y falleció al lado del hijo menor de la familia, publicó Radio Mitre.
Luego de algunos días y en medio del desconsuelo, Antonella, la madre del joven, publicó un extenso texto en homenaje a Magui y las redes comenzaron a compartir.
“Ella era nuestra amada mascota!!! Se llamaba Magui y acaba de morir. Era viejita y le tenía terror a la pirotecnia. No sabíamos donde más meterla mientras otros se divertían, ella la estaba pasando muy mal. Le agarró un ataque, llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayuden y ninguno nos atendió! La perra murió en los brazos de mi hijo, rogándome que llame a alguien para que la viniera a auxiliar“, relató la mujer en Facebook.