Representantes de los movimientos opositores de Hong Kong apoyaron hoy un ultimátum a la jefa del Gobierno, Carrie Lam, para que retire definitivamente el proyecto de ley de extradición a China o se prepare para afrontar nuevas protestas como las que se registraron en las últimas semanas.
El diario opositor prodemócrata Apple Daily llamó hoy a nuevas protestas a partir de mañana en caso de que Lam no acepte sus demandas, un llamamiento que se viralizó con fuerza y adhesión en redes sociales.
El líder estudiantil hongkonés Joshua Wong afirmó que, si bien ellos no impulsaron ese ultimátum, lo respaldan «abiertamente». «Nosotros no hemos puesto una fecha límite, pero sí apoyaremos y secundaremos lo que otros hagan; este movimiento no tiene un líder ahora mismo», dijo el joven activista en rueda de prensa por esa convocatoria, que fue acogida favorablemente por varios opositores, reprodujo la agencia EFE.
Wong auguró que en las próximas dos semanas «se espera mucho movimiento» en lo que respecta a nuevas protestas en reclamo de que se retire completamente el proyecto de ley, renuncie Lam y liberen a los detenidos. «Carrie Lam tiene que empezar a escuchar al pueblo y no a los líderes políticos», recalcó.
Por su parte, la vocera del Frente Civil de Derechos Humanos, Bonnie Leung, dijo que «hay muchas acciones iniciadas por grupos diferentes e individuos en la sociedad civil» y añadió que su organización -que ha convocado las manifestaciones hasta ahora- «está dispuesta a secundarlas». El ultimátum, que llama a rodear mañana la sede del gobierno y a participar en actos de desobediencia civil si no se atienden las demandas, ha sido respaldada por asociaciones de estudiantes universitarios y diputados prodemócratas.
Lam pidió el pasado martes «sinceras disculpas» a los hongkoneses y «otra oportunidad» para que su gobierno pueda «reconstruir la confianza» tras la crisis. El proyecto de ley de extradición que planteó chocó con una dura resistencia de diversos sectores de la sociedad al considerar que Hong Kong perdería su independencia judicial y que podría permitir entregar a activistas o periodistas a China, con un sistema judicial sin suficientes garantías.