Fue en un juicio por la organización de una de las manifestaciones más multitudinarias de 2019
Nueve veteranos activistas prodemocráticos de Hong Kong fueron hallados o se declararon culpables por su papel en la organización de una de las manifestaciones más multitudinarias de 2019, y podrían ser condenados a hasta cinco años de prisión.
El Tribunal de distrito de Hong Kong halló a siete de ellos culpables de organizar y participar en una concentración ilegal, mientras que los otros dos se declararon culpables. Todos se exponen a cinco años de cárcel cuando se hagan públicas las penas, el 16 de abril.
Entre los nueve figuran algunas de las personalidades más respetadas de la lucha por las libertades en la excolonia británica administrada por China, que se movilizaron durante décadas por la instauración de un verdadero sufragio universal.
Uno de los más conocidos es el abogado Martin Lee, de 82 años, quien antes de la retrocesión en 1997 fue elegido por Beijing para redactar la Ley fundamental, que hace las veces de constitución en la región semiautónoma. También fueron procesados la exdiputada de la oposición y abogada Margaret Ng, de 73 años, así como el magnate de los medios de comunicación Jimmy Lai y el exdiputado Leung Kwok-hung, informó la agencia de noticias AFP. Estos dos últimos se encuentran en prisión preventiva por otros procesamientos en nombre de la ley de seguridad nacional que Beijing impuso a finales de junio de 2020.
Los demás son figuras del Frente Civil por los Derechos Humanos (CHRF), la coalición que organizó las manifestaciones más multitudinarias de 2019, cuando la ciudad se sumió en su peor crisis política desde la transferencia de soberanía en 1997, con acciones y movilizaciones casi diarias contra China y el Gobierno local. Se trata de un caso emblemático ya que la organización de la manifestación no autorizada el 18 de agosto de 2019 fue una de las más concurridas en siete meses de protesta.
Los organizadores dieron cuenta de 1,7 millones de manifestantes ese día, lo que representaría casi uno de cada cuatro hongkoneses, aunque esta cifra no pudo se verificada de forma independiente. La acusación esgrimió que los nueve desafiaron la prohibición de manifestarse, lo que causó problemas en el tráfico automovilístico en la ciudad.
En la sentencia, la jueza AJ Woodcock advirtió que se inclinaba a imponer la pena máxima y dio a entender que la naturaleza pacífica de la protesta no era una excusa válida. La popularidad de la protesta quedó reflejada en las urnas con la victoria de la oposición en las elecciones locales de noviembre de 2019.
Pero el movimiento sufrió un parate a principios de 2020 por las restricciones impuestas contra la pandemia del coronavirus, las miles de detenciones y un cierto cansancio de los manifestantes. Salvo el abandono de una controvertida ley de extradición a China que desencadenó las protestas, los manifestantes no lograron nada más.
En tanto, en junio de 2020 las autoridades chinas impusieron la draconiana ley de seguridad nacional. La norma criminaliza la secesión, subversión y colusión con fuerzas extranjeras, y restringe el derecho a las protestas y la libertad de expresión. También, autoriza la operación de los servicios de seguridad de la China continental en la antigua colonia británica.
Sus críticos consideran que asesta un golpe mortal al régimen de libertades que China se comprometió a garantizar hasta 2047 en el territorio autónomo. Además, la semana pasada, China promulgó una reforma del sistema electoral local, lo cual marginará totalmente a la oposición en el Consejo Legislativo (LegCo, el Parlamento hongkonés).