Oriundo de la zona sur de Rosario, el artista comparte sus canciones en la vía pública desde hace siete años. En diálogo con CLG, indicó que "desde que arrancó la pandemia el sector cultural estuvo inactivo y sin respuestas por parte de las autoridades"
A pesar del frío de una mañana de julio, Jacobo López se prepara con sus instrumentos en la peatonal Córdoba, para compartir su música con los transeúntes. Es oriundo de la zona sur de la ciudad y hace siete años que hizo de tocar en la vía pública su forma de vida y sustento.
Con melodías que pasan del folclore, al blues, la música clásica y el tango, López despliega sus melodías tocando varios instrumentos a la vez, a modo de «hombre orquesta». En diálogo con CLG, contó: «Hace más de veinte años que estoy con la música. Tengo otro oficio, de panadero, que iba haciendo en paralelo a la música, que es lo que a mí me gusta. Daba clases de armónica, hago lutería de armónica también, que es el instrumento en el que me especialicé. También toco guitarra, bombo, un poco de todo. Hace siete que estoy tocando en la calle y que es mi ingreso».
El músico rosarino comentó al móvil de CLG la difícil situación que viven los artistas desde hace un año y medio y la falta de respuestas por parte de las autoridades: «Está complicado desde que arrancó la pandemia. El sector de la cultura y el arte estuvo muy inactivo, sin respuestas por parte de las autoridades. Hacemos reclamos, hacemos propuestas con protocolos. Lo nuestro es al aire libre, pero estuvo bastante restringido. Lamentablemente no hemos tenido muchas soluciones. Tratamos de llevarla, pero es muy difícil».
Además, relató que durante el 2020, cuando regía un aislamiento obligatorio y prohibiciones para desarrollar su actividad en la vía pública, Jacobo hizo uso de su oficio de panadero. «Estuve vendiendo budines, alfajores de maicena, chipa. Pero realmente no es lo mío, no es lo que elegí, pero hay que reinventarse cuando la situación es crítica», dijo.
Consultado por CLG sobre cómo ve la actualidad del sector artístico y cultural en la ciudad, López analizó: «La principal preocupación es económica en esta situación. Si hacemos un paneo de la situación cultural, ya era crítica antes de la pandemia, se cerraron muchos bares culturales y lugares donde actuábamos. La crisis en el ámbito de la cultura venía desde antes. Con pocas soluciones, muchas clausuras. Cada vez son menos los espacios. Esa fue una de las razones por las que empecé a trabajar en la calle. Encontré un lugar muy genuino y donde yo tengo libertad. Pero también los bares, los centros culturales, los teatros son muy necesarios e importantes».
Sobre su tarea diaria en la peatonal, Jacobo contó que «la respuesta de la gente es buena, por eso mismo también insistimos en que con los cuidados necesarios se puede trabajar». Y agregó: «La gente necesita el arte, que es salud. Los artistas brindamos nuestras actividades con todo el corazón y eso se ve reflejado en la respuesta de la gente, más allá de las colaboraciones. Lo económico es importante, pero pasa a un segundo plano».
«Soy un artista de Rosario, soy músico autodidacta, no tengo título. A veces me considero más un malabarista que un músico. Vivo en la zona sur. He viajado por algunos lugares y ahora extraño eso en este contexto», se definió Jacobo López.
Para el futuro, López afirmó tener «buenas expectativas, trato de pensar positivamente». «Esperando que cuando venga la primavera y el calorcito se pueda abrir todo un poco más. Reclamamos hace un año y medio que haya respuestas de las autoridades, realmente nos tienen esperando con promesas vanas. No hay nada concreto. Sentimos que nos están tomando el pelo», concluyó.
Para cerrar la entrevista con el móvil de CLG, López tocó un tema de Carlos Junco, «un armonicista que sigo hace mucho. Una reversión de ese tema, mambo con swing», señaló.