El Papa Francisco, en un giro histórico para la Iglesia, empieza a sentar las bases para admitir a casados en el sacerdocio. Este sería el inicio de la revisión del controvertido celibato. Seguramente el Sumo Pontífice, quien en la transformación del Vaticano ha encontrado resistencia por parte de conservadores, se encontrará con más reticencias, pero el camino comienza a abrirse.
La decisión, en principio, podría abarcar a algunos países o urbes de América Latina, donde se ha reducido la cantidad de interesados a ordenarse como curas. Más allá de que esté apuntado a zonas de escasez, este hecho es una base para mayores transformaciones de cara a futuro.
Francisco ha programado una reunión de obispos sudamericanos que se realizará en 2019, que apunta a rever la situación de la Iglesia en la Amazonia, un vasto territorio cubierto por pocos sacerdotes. En la misma se espera que se discuta la posible admisión de los hombres casados de «probada virtud».
El Papa recibió solicitudes al respecto y ha expresado su comprensión por los sacerdotes que tomaron la decisión de abandonar la Iglesia para poder casarse. Pero la cuestión económica es una traba: el debate vendría acompañado de una discusión sobre el aporte financiero a las familias de los involucrados, lo que aumentaría los costos para la Iglesia.
El celibato ha sido parte de la tradición católica desde el siglo XI, aunque no es parte de la doctrina. En la Amazonia, según afirman algunos fieles, pueden pasar meses sin ver a un sacerdote en su zona, lo que moviliza a Francisco y hace crecer las posibilidades de admitir a hombres casados en el sacerdocio.
Sobre la pedofilia y los abusos en la Iglesia
Un documental titulado «Pope Francis – A Man of his Word» (Papa Francisco, un hombre de palabra), muestra una entrevista al Sumo Pontífice en la que éste habla sobre la pedofilia y los abusos en la Iglesia. En el video habla sobre «tolerancia cero» ante situaciones de este tipo.