La institución de Fisherton R es el epicentro donde las chicas y los chicos se congregan y socializan a través del fútbol infantil pero también brinda talleres para las familias
La Escuela de Fútbol Nuevo Potrero es como una familia que se va ampliando con el correr del tiempo. Emplazada en Muiño 9290 de Fisherton R, se destaca por la cantidad de chicos y chicas que diariamente participan de sus actividades.
El origen de la escuela se remonta al año 2015 en el club 7 de Septiembre, cuando un grupo de familias decidieron generar su propio espacio. Así fundaron la Escuela de Fútbol Nuevo Potrero y en 2017 obtuvieron la personería jurídica. “Comenzamos a funcionar en el complejo Stella Maris. Nos cedieron un espacio en el campo de deportes porque apuntábamos a seguir siendo una escuelita de fútbol, no queríamos que los chicos compitan de lleno en la Rosarina. Teníamos otro concepto y por eso armamos algo diferente junto a un grupo de familias”, explicó Marcela Magallán, quien además de ser la actual presidenta es una de las socias fundadoras de la institución.
La directiva además dijo: “La mayoría de los chicos eran de los barrios Hostal del Sol, 7 de Septiembre, La Bombacha, Stella Marís y Emaús. El grueso de las familias era de escasos recursos y hacían mucho esfuerzo para ir a cada práctica. De hecho, llegaban en carros y, en algunos casos, en bicicletas. Así y todo nos acompañaron cuando decidimos buscar un nuevo lugar para organizar la escuelita”.
“El objetivo es sacar los chicos de la calle mediante la práctica del fútbol. La idea es usar el deporte como herramienta para fortalecer los vínculos familiares y la identidad de los niños”, acotó Marcela.
El primer lugar donde funcionó la escuelita fue cedido por 8 meses, entonces a fines de 2015 debieron buscar un nuevo espacio. Así fue que llegaron al predio de la actual sede, que en ese momento era un descampado y entre todas las familias lo pusieron a punto para empezar a funcionar. “Recuerdo cuando vi venir por la calle Muiño bicicletas, autos, carros, papás con bordeadoras y machetes para dar una mano para cortar el pasto y sacar las malezas. Ayudaron todos y en dos días ya teníamos la canchita armada. Eso fue algo hermoso porque se gestó desde la voluntad”, contó Marcela.
“A través de la dirección del Distrito Noroeste logramos tener baños químicos durante los primeros dos meses porque no habíamos llegado a construir vestuarios y baños. Era solo el descampado con dos arquitos, la pelota y listo”, recordó la presidenta. Y agregó: “Las chicas y los chicos son de los alrededores. Acá vienen de los barrios Stella Maris, Hostal del Sol, 7 de Septiembre, Los Unidos, El Fantasma, Floresta, El Gráfico y Fisherton R. Pudimos vincular una gran población barrial como pocos clubes de la ciudad”.
Actualmente, asisten cerca de 160 deportistas que se dividen en grupos. Hay nueve categorías de fútbol, de varones, femenino y mixtos, que compiten en la Liga Nafir.
“Hay padres que colaboran con una categoría cada uno. También tenemos dos profes formados del Isef, mientras que en el femenino hay un matrimonio de profesores (Jesica y Alejandro) que se hacen cargo además del mixto. A eso hay que sumarle que el secretario, Rubén Medina, tiene una división y ayuda en otras porque fue técnico de muchos clubes de la Rosarina, al igual que Mario Buera, que es un exgendarme y tiene su grupo de jugadores”, señaló Marcela.
Magallán contó también cómo fue el proceso administrativo de conformación de la escuela: “Cuando nos dimos cuenta de que la sociedad respondía cada vez más y el proyecto convocaba a muchos pibes, empezamos a gestionar la correspondiente documentación para obtener la personería jurídica. Desde la Dirección de Clubes de la Municipalidad nos ayudaron muchísimo y siguen colaborando desde lo administrativo. Es más, a veces pienso que si no fuese por la Secretaría de Deporte, no sé cómo haríamos porque nos ayudan con el tema de las asambleas y demás cosas. Nos guían y eso es muy importante para nosotros”.
“Tenemos una población variada. Hay personas de bajos recursos que están becados. Lamentablemente, no podemos tener a todos bajo ese régimen porque necesitamos mantener las instalaciones si no lo haríamos con mucho gusto. Es más, ojalá se pueda hacer en un futuro, así vienen todos”, destacó Marcela.
Presidenta en primera persona
Marcela Magallán tiene 56 años y es técnica superior en Niñez y Adolescencia. Es presidenta y fundadora de la Escuela de Fútbol Nuevo Potrero. “La vida siempre me tuvo cerca de la actividad social. Arranqué a colaborar en el club 7 de Septiembre y luego se dio esto”, expresó.
“Tengo muchos objetivos por cumplir. Uno es preparar gente para que se involucre de lleno y esto pueda seguir creciendo a nivel infraestructura y progresando desde lo deportivo. La realidad es que aún hay mucho por hacer y ayudar”, resaltó y sumó: «Estamos de paso y hay que recibir a todos con la misión de que se sientan como en su casa y que se involucren con espacio. En seis años hicimos muchísimo. Generamos recursos con torneos de fútbol y diversas actividades deportivas. Con el alquiler del salón de usos múltiples también recaudamos algo más. Todo suma en beneficio de las chicas y chicos».
Con respecto a lo que vendrá, Marcela fue contundente. “Estamos construyendo un buffet y un vestuario con baños, que sería para el fútbol femenino. El club cuenta con tres canchas, un salón equipado, cocina y sala de oficina. Poco a poco vamos mejorando toda la infraestructura”, cerró.
Tributo a las Malvinas
Las camisetas tienen impresas las Islas Malvinas. El motivo, según explicó la presidenta es “estar presentes porque es importante y forma parte de nuestra historia. Es una manera de rendirle un pequeño honor a los soldados y a los héroes que quedaron en la isla”.
“Incluso los excombatientes nos suelen acompañar en los diferentes eventos que organizamos, tal es el caso del Día del Niño”, acotó la máxima directiva. “Para nosotros, ellos son parte de Nuevo Potrero”, cerró
Talleres de capacitación
El club ofrece, además de fútbol para chicas y chicos, distintos cursos de capacitación para los adultos. “Llegamos a tener cuatro talleres de oficio: peluquería, arbitraje, de los cuales muchas personas encontraron una rápida salida laboral y en la actualidad dirigen en diferentes ligas gracias a la gran cantidad de torneos que hay en la ciudad y alrededores. Mientras que en la actualidad se están dictando cursos de pastelería y crochet”, apuntó Marcela Magallán.