La institución de Eva Perón 4760 estaba a punto de desaparecer, pero fue recuperada y se erigió en un lugar de inserción donde la actividad deportiva cumple un destacado rol social
Sigue creciendo de raíz. Sufrió algunos coletazos que lo dejaron al borde de cerrar sus puertas, pero gracias a la intervención de un selecto grupo de vecinos pudo levantarse nuevamente. El Club Atlético y Social Intercambio Evaristo Carriego es mucho más que un espacio donde la masa societaria despunta en la actualidad la amplia oferta deportiva en el barrio Remedios de Escalada de San Martín. El rol social se erigió en uno de los patrones culturales puertas hacia adentro y eso le da un brillo especial a la histórica institución ubicada en avenida Eva Perón 4760.
La historia indica que se fundó el 23 de septiembre de 1956 mediante una fusión de dos instituciones. Uno era un club donde la única disciplina que tenía era fútbol. El nombre de Intercambio es porque en aquel entonces había una intersección de vías. Y la otra era la biblioteca Evaristo Carriego, que tenía el caudal de socios. Fue así que se fusionaron respetando el nombre de ambas y desde entonces todo el barrio lo disfruta.
Mujer en acción
Verónica Rubicondi es la tesorera de la gestión que tiene a Guillermo Meriano –su esposo–como presidente desde hace siete años. Ambos están involucrados desde hace mucho tiempo con el espacio deportivo y social.
“Decidimos comprometernos de lleno a mediados del año 2000 porque el club se estaba degradando. Los hijos de un entonces piletero tomaron este espacio y querían hacer un edificio con pileta. Ahí fue cuando socios y vecinos llamaron a Guillermo para que se hiciera cargo o interviniera porque además no había actividades. En este lugar solo había póker, por lo que casi nadie entraba”, recordó Verónica.
Y agregó: “Guillermo decidió asumir y propuso como condición que la institución debía tener múltiples propuestas deportivas. Y así fue que se comenzó a trabajar con Fiscalía de Estado para poner la documentación en regla”.
Rubicondi hizo una especie de cronología donde resaltó que “luego de lograr tener en orden y el club funcionando a pleno, dejamos de participar de manera activa para tomarnos un respiro y fue ahí donde asumieron otras personas”.
“Pero sucedieron cosas que no le hicieron bien al club. Y otra vez hubo que volver a empezar, poco después de 2012. Guillermo era tesorero y yo secretaria, mientras que el presidente era José Alongi”, repasó la dirigente.
Según detalló Verónica, “el club sufrió las consecuencias porque recibió un subsidio del Plan Abre para hacer el techo, pero la comisión que estaba no lo hizo y tampoco rindieron cuenta del dinero a las autoridades pertinentes. Esto estuvo tres años a la deriva y otra vez los socios y vecinos fueron a buscar a Guillermo para que reordenara de nuevo este lugar”.
“Logramos desplazar a los primeros directivos a mediados del 2000 y en 2015 nos tocó volver. Hubo que levantar esta institución dos veces desde cero prácticamente porque no había registro ni nada. Pero con trabajo, tenacidad y mucha colaboración de varios socios pudimos recuperar este recinto. Caso contrario se iba a la lona”, confesó.
Rubicondi dijo que “el cheque del Plan Abre era para hacer el techo de material, ya que había uno de chapa. Pero no lo rindieron y ahí es dónde Guillermo y varios socios decidieron iniciar acciones legales a los tres integrantes de la comisión que tenían firmas. La verdad es que seguimos acá a pedido de los socios”.
Otra vez volver a empezar
Las instalaciones del Intercambio Carriego estaban deterioradas. La pileta semiolímpica lucía en un real estado de abandono, al igual que el resto de los espacios físicos. “Una persona llegó y propuso reacondicionar la pileta y así fue que empezamos nuevamente de abajo”, clamó Rubicondi. “Felizmente pudimos hacer la obra del techo de material gracias a un plan nacional de Desarrollo Social. Eso nos permite tener en estos momentos un salón de usos múltiples y la zona de los baños nuevas”, confesó.
También dijo que “tenemos una terraza y ya compramos los materiales para cerrarla. La idea es contar con un salón extra más para poder ofrecerle a la masa societaria y al barrio más disciplinas. Queremos que algunas de las actividades que actualmente se hacen al aire libre como patín, puedan practicar como se merecen. También tenemos programado implementar vóley y hacer luego la cancha de futsal reglamentaria así nuestros equipos hacen de local acá como corresponde”.
Volver a la segunda casa
Para Rubicondi, cada socio es especial “porque sin ellos no podría estar en funcionamiento. Somos muchos aportando cada uno su granito de arena para que esto siga de pie”.
Verónica remarcó que “hace siete años, y por segundo mandato, Meriano está en la directiva por pedido de los vecinos y socios, debido a que el club estaba cerrado”.
Esta nueva comisión directiva está desde 2015 a full en el día a día y desde entonces no paró de crecer y sumar actividades como además proyectar sueños. “Tuvimos que hacer muchas cosas desde cero, pero por suerte poco a poco todo se fue acomodando. El club es hermoso, es nuestra segunda casa como además así lo sienten los vecinos”, dijo la dirigente con orgullo.
Múltiples actividades y proyectos
Hoy en día la pileta semiolímpica es uno de los polos de atracción porque funciona durante todo el año. Incluso hay clases de buceo. Pero Intercambio Carriego ofrece más disciplinas para todas las edades. Cuenta con un gimnasio cubierto, donde además se practican boxeo, artes marciales y musculación. También hay diversas actividades como patín artístico, tenis de mesa, escuelita de futsal, flamenco, gimnasia artística, futsal, Imad Competición, aeróbicos sin impacto, energy fitnes, zumba y ritmos latinos. Y en breve esperan sumar más propuestas.
“Nuestro proyecto a corto plazo es terminar el parabólico en la terraza para contar con más disciplinas deportivas. Se hará en dos tramos porque el presupuesto es grande para nuestra tesorería y la realidad marca que no podemos hacer todo de un tirón. Cada peso que entra se invierte. Todo se proyecta en beneficio de la masa societaria”, deslizó Rubicondi.
Un presidente de la casa
Guillermo Meriano tiene una vida en el club. “Me crié acá adentro. Mi abuela Chola era la bufetera y mi mamá Ester también trabajaba en el club. Hice todos los deportes que había. Me la pasaba en este lugar con amigos”, apuntó el actual presidente de Intercambio Carriego.
“Luego armé todo el fútbol de salón. Tenía 17 años y lo hice antes de ir al servicio militar. Después de la colimba volví, y siempre por un tema u otro regreso”, ponderó el alto directivo.
Meriano dijo que “en una época nuestros tres hijos vinieron y es como nuestro legado. Aunque lo saliente es que todos los socios y el barrio le siguen dando vida, y eso es lo gratificante”. Como institución además cumplimos con una función social y solidaria, ya que cedemos el espacio físico para que los alumnos de la escuela Gobernador Crespo 617 puedan realizar las diversas actividades educativas, deportivas y recreativas que tienen. Este lugar es de todos”, cerró.