Agustina Gamboa, hija del cura salteño Carlos Gamboa, publicó una carta abierta en la que acusó a su padre de tener «doble moral» por sus declaraciones en contra del aborto, en el marco de la discusión parlamentaria del proyecto.
«No me callo más», afirmó la joven de 18 años, que milita a favor de la legalización del aborto, en una carta publicada en su cuenta de Facebook.
Agustina aseguró que decidió contar su historia luego de que en el marco del debate del aborto, el sacerdote salteño asegurara que había que «acompañar a la mujer que está en la disyuntiva de continuar o interrumpir un embarazo» y a «los chicos que están vivos».
«Cuando mi progenitor habla de ‘respetar las dos vidas’ debo decir que no respetó la vida de su hija por defender su imagen y sus privilegios económicos. La Iglesia encubrió y ayudó a ocultarme, nadie debía enterarse de mi existencia», recalcó.
«La realidad contradice sus palabras, pues sistemáticamente descuidó y desatendió de mí, su hija Agustina María Gamboa Arias, nacida en mayo del 2000», destacó la joven.
En su carta, sostuvo: «Carlos se enteró del embarazo desde un primer momento cuando le contó mi mamá y siempre se opuso porque él ya era cura. Llevó dos años lograr que me diera el apellido y fue todo por orden judicial».
«Llevo el apellido de mi progenitor, pero originalmente fui anotada en el Registro Civil como Agustina Arias ya que se negaba a reconocerme legalmente negándome también el derecho de todo niño o niña a su identidad. El 16 de agosto del 2002, mediante requerimiento de un abogado pude ser reconocida como consta en la acotación al margen de mi acta de nacimiento. Si bien estoy viva, si fuera por él estaría en completo abandono», subrayó.
En su carta, Agustina detalló que «el sacerdote y referente de la Iglesia Católica de Salta Carlos Gamboa, fue entrevistado en el programa ´La Otra Campana´ acerca de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo próxima a tratarse en el Senado de la Nación».
«En la oportunidad Carlos Gamboa apeló a los slogans ´Sí a la vida´, ´Sí a toda vida´, ´Toda vida vale´. Éstas fueron sus afirmaciones, sin embargo, la realidad contradice sus palabras pues sistemáticamente descuidó y desatendió de mí», señaló la joven.
Y completó: «Cuando Gamboa y la Iglesia que representa hablan de esto, me pregunto ¿qué quiere decir con eso? y ¿por qué él se siente con autoridad moral para decirlo tan livianamente? Imponiendo con ese discurso un pensamiento sobre la sociedad, sabiendo que sus palabras tienen mucho peso, pero sus actos lo contradicen. Debo decir que todo esto me parece una total hipocresía».
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