El brote de hantavirus que se desarrolla en la localidad chubutense de Epuyen, por el que ya murieron 10 personas y otras 28 permanecen infectadas, es «inusual» ya que reconoce como único antecedente otro originado en la ciudad de El Bolsón en 1996, «debido a la sospecha de la transmisión interhumana como principal método de contagio», aseguró hoy un informe de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
El informe agrega que el brote se inició el 14 de noviembre del año pasado cuando un hombre que se había infectado por exposición ambiental asistió a un evento social en el que contagió a cinco personas.
La SADI aseguró que, en el contexto actual de transmisión interhumana, al ingresar a un lugar que estuvo cerrado mucho tiempo se debe «abrir ventanas y puertas por afuera durante una hora, colocarse máscaras, rociar el piso con lavandina y lavarse las manos al realizar las tareas».
En el área endémica o en situación de brote hay que «mantener la vivienda limpia para evitar la presencia de roedores, colocar huertas y leñas lejos del hogar, acampar lejos de malezas y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y tener cuidado con la puesta en marcha de ventiladores o aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductores puedan haber tenido contacto con polvo contaminado».