Este miércoles se celebró en todo el mundo una nueva edición de Halloween o «la Noche de Brujas», un fenómeno que se instaló en Argentina desde hace muchos años, proveniente de Estados Unidos. De tanto ver hasta el cansancio películas de Hollywood, la celebración que se lleva a cabo cada 31 de octubre es cada vez más conocida.
Pero a diferencia de lo que muchos creen, esta festividad a la que comúnmente se la asocia con disfraces que inspiren terror, calabazas y golosinas no tiene su origen en América del Norte sino en Europa. Y el lugar también tiene que ver con el significado del término.
La palabra tiene origen escocés: «All Hallow’s Eve», lo que en castellano quiere decir «Víspera de todos los Santos», y se remonta al Siglo XVI. Ahora masiva, Halloween empezó siendo una celebración pagana con raíces en el «Samhain», un antiguo festival celta que se realizaba en Irlanda cuando la temporada de cosechas se terminaba. Esto también daba inicio al Año Nuevo celta.
Ellos creían que en esta época los espíritus (tanto benévolos como malévolos) podían caminar entre los vivos, de ahí la necesidad de disfrazarse para ahuyentar a aquellos que quisieran hacer daño. Más tarde en el tiempo, en 1840, Halloween llega a Estados Unidos a través de los inmigrantes irlandeses, y poco a poco fue transformándose en una de las festividades más populares del país del norte.
Allí es común que se realicen desfiles multitudinarios, que hasta incluyen carrozas de gran tamaño. ¿El primero de todos ellos? Fue en Minnesota, en 1921.
Postura de la Iglesia
Ante una nueva celebración, el monseñor de Rosario, Eduardo Martín, brindó su opinión sobre el fenómeno: «Los cristianos celebramos los santos: el triunfo de Dios y el triunfo de Cristo en la vida de tantas personas que ya gozan del cielo. Aprovechemos y celebremos nuestros santos en vez de festejar estos ritos paganos, que no tienen valor».
Las brujas invadieron las redes
Como en cada 31 de octubre, miles de videos circulan en las redes sociales con producciones que te llevan al susto. El 2018 no fue la excepción.