"Nosotros trabajamos con los niños fundamentalmente en el tema de la educación y acompañamiento para que no ingresen en el mundo de las drogas u otras adicciones”, explicó a CLG Mariana Sciascia
Por Emilia Ottogalli
En los momentos sociales y económicos más complejos la labor de las organizaciones no gubernamentales es una luz en medio de la oscuridad. Su trabajo no es temporal ni se limita a los lapsos más difíciles. Al contrario: es silencioso, pero constante, efectivo y hecho desde el altruismo.
Ese es el caso de «Haciendo Lío». «Una ONG que trata de transformar realidades», según explicó a CLG Mariana Sciascia, miembro de este grupo. Si bien su labor parece resaltar en este tipo de situaciones, lo cierto es que siempre están.
«Nosotros trabajamos con los niños fundamentalmente en el tema de la educación y acompañamiento para que no ingresen en el mundo de las drogas u otras adicciones. Y tratamos de generar la reinserción de la gente en situación de calle», relató para dar una idea de cómo son sus días.
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La ONG se maneja en dos puntos diferentes. Por un lado, se encargan de ir a barrio Las Flores «cada dos sábados» y realizan actividades con los más pequeños. Por otro, están «las recorridas solidarias», en las cuales se centran en quienes se encuentran en situación de calle.
«A Las Flores vamos los sábados porque es el día que los chicos no tienen ninguna actividad, así que meriendan en el patio de la iglesia, que es el de la escuela, y ahí hacemos diferentes actividades. Realizamos también un seguimiento de esos chicos que ya están trabajando con los centros del territorio», explicó.
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Con los chicos de «La Guarida», acota Sciascia que ellos mismos decidieron nombrarse así, tienen diversas actividades.» Las llevamos armadas para hacer dinámicas donde trabajamos valores, situaciones o niveles educativos. Las preparamos antes y hacemos la merienda al finalizar la jornada», detalló.
De esa manera y a través de las distintas propuestas generan un vínculo y un espacio de contención con los chicos para evitar que terminen en lugares de los que suele ser muy difícil salir, principalmente por las adicciones.
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En cuanto a las recorridas solidarias, sostuvo: «Intentamos ir haciendo un estudio de la gente que está en situación de calle hace mucho y hay gente nueva. Lo que se intenta es hacer un balance y saber por qué están en esa situación». A su vez, esgrimió, también les entregan alimentos. Además «se va haciendo un estudio para ir armando lo que se va a llamar el programa de capacitación Papa Francisco».
«Consiste en que nosotros sepamos qué les interesa hacer a las personas que están en la calle. A parir de ahí, nosotros iniciaríamos una capacitación y luego haríamos convenio con empresas para que los tomen como empleados. Muchas veces no tienen cómo entrar, más allá de que se capaciten, porque nadie los toma. No tienen forma de acceder», señaló.
Para aquellos que no puedan conseguir un trabajo, aclaró: «No es que quedan a la deriva, se los intenta capacitar en otras ramas o perfeccionar esa capacitación que ya tienen. Muchas veces les falta ropa y tampoco saben cómo armar un currículum».
Sciascia y «Haciendo Lío» intentan a ayudar a quienes más pueden desde 2015. También siempre están presentes cada vez que se produce una catástrofe natural, dando una mano donde se los necesite.
Para finalizar, la voluntaria no quiso dejar de llamar a más personas que tengan el deseo o la posibilidad de ayudar. «La solidaridad es grande, pero a veces faltan manos. Siempre llamamos y convocamos para que se sume la mayor cantidad de gente posible. No hay edad para la solidaridad. Los esperamos como voluntarios», concluyó, dejando la puerta abierta.