El Gran Premio de Belgica en Zolder tuvo como ganador al "Lole", de todas formas los festejos se vieron opacados por la tragedia en boxes
Cuando en 1981 Carlos Reutemann cruzó la meta en el Gran Premio de Bélgica con su Williams nunca imaginó que esa sería una fecha para recordar. Es que el 17 de mayo de aquel año, el santafesino sería el último piloto argentino en quedarse con una carrera de la Fórmula 1.
Los reportes de esa jornada hablan de una conducción inteligente y de un dominio total del «Lole», pero ese talento demostrado en la pista quedó opacado por la tragedia del viernes de clasificación.
Los boxes de Zolder vieron como el mecánico Giovanni Amadeo, del equipo Osella, tropezó y, sin nada por hacer, fue atropoellado por Reutemann, lo que derivó en la muerte del italiano.
Reutemann corrió de todos modos la carrera, aunque lejos estaba de encontrarse en las mejores condiciones anímicas para afrontar el desafío. Desde el momento de la largada, quedó en tercer lugar, detrás de Piquet y Jones, quienes en sendas maniobras poco afortunadas, se despistaron y permitieron el avance del santafesino hacia la victoria.
De todas formas la imagen que quedó en el recuerdo fue la del «Lole» sin nada que festejar, aún afligido por el accidente del viernes en boxes.
El domingo otro hecho contundente tomó trascendencia. En esta ocasión un auxiliar de Arrows, fue embestido cuando estaba parado detrás del auto de Patrese y Siegfried Stohr nunca lo vio. La imagen pareció más fuerte de lo que fue, ya que el mecánico sólo sufrió algunas fracturas.
Jacques Laffite y Nigel Mansell completaron el podio de esta carrera que dejó al argentino en la cima del campeonato. Atrás había nombres tan o más “pesados” como los de René Arnoux, Keke Rosberg, Alain Prost, Riccardo Patrese, Jean Pierre Jabouille, Alan Jones, Andrea de Cesaris y Nelson Piquet.
En su paso por la Fórmula 1, Reutemann acumuló 144 presentaciones, siempre clasificó para largar, cosechó 12 victorias puntuables, 2 no puntables y 6 pole positions. Al término de la temporada 1981 pudo haber conseguido la corona pero su jefe de equipo Williams, Frank Williams, no le dio el apoyo necesario por haberse negado a ser segundo piloto de Alan Jones.