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Hablemos de femicidas: un proyecto periodístico pone el foco en la vida de hombres violentos


Se trata de un trabajo fotoperiodistico llevado a cabo por reporteras gráficas que busca "incomodar" y responder ¿quiénes son estos hombres que matan mujeres?

Reporteras gráficas realizan proyectos fotoperiodísticos que se centran en mostrar a los femicidas, indagando en la vida de esos hombres «comunes» que matan mujeres, un trabajo en proceso donde el objetivo es «incomodar» y poner el foco en los varones violentos.

¿Quiénes son estos hombres que matan mujeres? ¿Son los que trabajan al lado nuestro, viajan en el mismo tren con nosotras? Esas fueron algunas de las preguntas iniciales que se hicieron las reporteras gráficas Daiana Valencia y Celeste Alonso.

Ellas crearon RuedaPhotos, un espacio conjunto que, entre otras producciones, contiene el Proyecto Femicidas, que comienza a responder las preguntas iniciales, abre otras y cuestiona a los medios de comunicación en donde abundan las fotos de las asesinadas por femicidas, pero no la de los asesinos.

Su primer trabajo es sobre Lucas Azcona, condenado por el femicidio de Nicole Sessarego Bórquez, y en proceso están las historias de Carlos Mobilio y Pablo Jofré, que asesinaron a Karen Álvarez, y la de Mauro Bongiovanni, asesino de María Eugenia «Marita» Lanzetti.

-Télam: ¿Por qué deciden retratar femicidas?

-Daiana Valencia: Comenzamos en 2016 trabajando juntas, cuestionando cómo los medios mostraban los femicidios. Se mostraban sólo los cuerpos de las mujeres asesinadas.

-Celeste Alonso: Es cierto que desde 2017 cambiaron muchas cosas. No digo que esté resuelto, pero hay cambios. Cambiamos también nosotras en este proceso. Lo cierto es que notamos que nunca se hablaba de ellos, de que son hombres comunes.

-T: ¿El proyecto visual es sobre femicidas condenados?

-CA: Solo condenados. Nuestro trabajo no es un escrache, se trata de mostrar a esos hombres «comunes» condenados por ser femicidas.

-DV: Hay cuidados hacia el femicida, pero no hacia nosotras, las mujeres. El de Lucas Azcona, femicida de Nicole, fue la raíz para entender que ellos no nacen de un repollo, no son locos, son producto de esta sociedad patriarcal, y el producto son estos femicidas.

-T: La primera foto del Proyecto Femicida es impactante: hay una pared que remite a las que usan los detectives en las series policiales, con fotos y datos del asesino y de la mujer asesinada. ¿Cómo fue ese proceso?

-CA: Creamos esa pared investigativa con hilos conductores. Se pueden hacer un montón de lecturas. Esa investigación fue aprendizaje. No somos psicólogas, abogadas, trabajadoras sociales…nos equivocamos y fuimos aprendiendo. Vamos a los territorios, hablamos con la gente, con la familia del femicida, con él, y eso lo plasmamos en esa pared.

DV: No imaginamos que iba a ser una foto esa pared, pero la hicimos porque muestra el proceso. Refleja quien es Azcona, su historia. Su colegio, su guardapolvo de jardín de infantes, que es igual al mío…

-T: ¿Cómo acceden a los materiales y a las fuentes?

CA: Mucha solidaridad y gente generosa que nos ayuda a conseguir materiales. Nos quedábamos corta con este relato de Azcona, tenemos entrevistas muy interesantes, estamos pensando otras maneras de contar.

DV: Ya tenemos otra pared sobre Morillo y Jofré de Viedma y sobre Bongiovanni de Córdoba, porque también es un proyecto federal. Y lo que nos interesa es indagar en cómo los familiares y ellos mismos abordan el femicidio.

-T: Hay sectores del feminismo que no acuerdan con darle a voz a los femicidas ¿Ustedes qué opinan?

-DV: Nos han criticado por darle voz al femicida, nos dijeron punitivistas. Eso es no entender lo que hacemos. Mientras genere algo estamos haciendo bien lo que estamos haciendo. La pregunta es ¿por qué incomoda?

CA: No damos respuestas, son preguntas. Somos cuidadosas en lo que mostramos y nos podemos equivocar. Nos importa la crítica y lo que le pasa a la persona que ve nuestro trabajo.

-T: ¿Cómo fue el encuentro con Azcona?

-DV: Entrar al penal de Ezeiza nos llevó un año y medio de burocracia. Tuvimos un vínculo telefónico con él durante un año para generar confianza. Hablábamos solo los lunes para poner un límite, teniendo en cuenta que los femicidas son manipuladores.

-CA: Me sorprendió que estaba impecable como estrenando ropa, le dimos la mano. Fue diferente a otras entrevistas con otros femicidas, porque había otras personas del penal. Fue fuerte. Ya habíamos leído el expediente, hablado con la familia. Lo vi manipulador. Hablaba despacio, sonreía, con actitud seductora.

-DV: Siempre apuntamos a contar su vida, mostrar que puede ser cualquier hombre, el punto común a todos los varones, buscamos identificaciones con hombres comunes. Se trata de cuestionar al sistema patriarcal.

-T: A Azcona lo entregó a la policía su padre, un caso particular, una familia particular a la que ustedes pudieron acceder.

-DV: Sí, el papá y la hermana fueron la entrada a Lucas Azcona. Hablamos de quién es como hijo. Fotografiamos su ropa, su guitarra, sus dibujos, Hablaron con él para que nos reciba en el penal.

-CA: También entrevistamos a la mamá que vive en Chaco. Él vivió allí, recorrimos lugares. Tiene una hija en esa provincia también.

-T: El proyecto cierra con un video, también impactante, de Shirley Borquéz, la mamá de Nicole, que logra un desenlace de su trabajo que clarifica aún más lo que intentan decir

-CA: Estuvimos en Chile. Entramos a la habitación de Nicole, que la mamá conserva como un santuario. Allí están sus cenizas. Nadie había entrado allí.

Valencia y Alonso, además de los otros dos femicidios que sumarán a su proyecto, tienen en marcha la investigación de dos travesticidios, en un trabajo autogestivo de dos fotoperiodistas que se conocieron en la escuela de la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra) y decidieron trabajar juntas porque «potencia nuestras individualidades», dicen, porque solas «no hubiéramos hecho el proyecto de femicidas».

El proyecto puede verse en http://ruedaphotos.com.ar/eproj/azcona/