Política y Economía

Guzmán reconoció que el acuerdo con el FMI podría llegar después de las elecciones


Para el ministro de Economía lo más importante es que el convenio "funcione bien antes de que sea rápido"

El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que lo más importante del acuerdo con el FMI es que «funcione bien, antes de que sea rápido», y reconoció que «puede llevar más tiempo» del previsto inicialmente y postergarse hasta después de las elecciones.

«Lo que estamos planteando es que lo más importante es que el acuerdo con el FMI funcione bien antes de que sea rápido.

Por supuesto que, si se alcanza antes, eso permitirá despejar el horizonte financiero más pronto. Se está trabajando para construir esos consensos», explicó sobre su reciente gira por países europeos.

Pero reconoció que arribar a un acuerdo para refinanciar los US$ 45.000 millones adeudados al Fondo «puede llevar más tiempo y, si así es, nos pondría en la necesidad de poder acordar algo antes con el Club de Paris y construir un puente de tiempo hasta que se firme con el FMI».

«Lo que nosotros vemos es que, o se llega a un acuerdo en mayo o temprano en junio, o efectivamente tendrá que ser luego de las elecciones», admitió en una entrevista con Clarín.

Dijo que «si el acuerdo se pudiese alcanzar en mayo, eso por supuesto que sería un resultado valioso. Si no se alcanza en mayo, lo que luego ocurre es que están las elecciones de medio término».

«Dada la envergadura del debate que se va a estar llevando a cabo, no sería lo más sensato que ese debate se dé en el medio de un proceso de elecciones. Porque todo el foco va a tener que estar puesto en un conjunto de cuestiones, que van a tener consecuencias que van a trascender un período de gobierno», explicó.

Según Guzmán, existe acuerdo con el FMI en los principios macroeconómicos que debería tener el programa de refinanciación de deuda.

El ministro relativizó las declaraciones del director para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, sobre diferencias de criterio en la coalición gobernante en la Argentina.

«El FMI no dice eso, una persona lo dijo y no constituye parte del equipo negociador. Además, ha sido aclarado que esa persona está afuera de lo que es este proceso», aclaró.

Destacó que el Gobierno «tiene una posición unificada al respecto, que es buscar tranquilizar la economía, seguir en el camino de la reconstrucción de las bases que necesitamos como país para tener una economía que genere trabajo, que agregue valor, que genere divisas que nos den la posibilidad de crecer de forma estable».

«Cuando una deuda se vuelve insostenible, hay una responsabilidad compartida. Por un lado, un deudor que tomó prestado y del otro lado, un acreedor que decidió prestar. Esto implica que todas las partes deban sentarse a la mesa sobre el principio de la buena fe en resolver un problema, que tiene implicancias para todas las partes. Y eso es lo que está ocurriendo con el Fondo Monetario, y con el Club de París ocurre lo mismo», aseguró.

Inflación

Guzmán dijo que la inflación del primer trimestre, que rondó el 13%, «se explica en parte por la situación de los precios internacionales y en parte también porque ha habido expectativas de inflación más alta. Y esto es algo que nosotros estamos corrigiendo y la acción del Estado es fundamental».

Señaló que el Gobierno «puso un programa macroeconómico sobre la mesa. Los sindicatos respondieron de una forma responsable, alineada con los objetivos macroeconómicos, cerrando paritarias en la línea que planteaba la Ley de Presupuesto. Del otro lado empresarial, falta trabajo por hacer».

«Lo que hoy no estamos viendo en la Argentina es una capacidad de coordinación entre las empresas y de liderazgo dentro de las empresas, que se condice con la capacidad de coordinación y de liderazgo que sí vemos del lado de los representantes de las trabajadores», señaló.

Dijo que en la medida en que la coordinación empresarial «no se dé de una forma sin que el Estado requiera intervenir, el Estado entonces estará interviniendo. Esto es algo que otros países que han logrado reducir la inflación de niveles altos, como por ejemplo México, que la pudo bajar de tres dígitos a un dígito entre 7 y 8 años han llevado a cabo».

«El Estado debe jugar un rol en alinear comportamientos con aquello que macroeconómicamente es factible en una economía que aún no ha resuelto sus problemas de coordinación», explicó.