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Guatemala también va a las urnas: segunda vuelta para definir al sucesor de Morales


 

Poco más de ocho millones de guatemaltecos están en condiciones de ir este domingo a las urnas para elegir al sucesor del presidente Jimmy Morales, en una segunda vuelta en la que competirán el centroderechista Alejandro Giammattei y la socialdemócrata Sandra Torres.

Torres, de la centroizquierdista Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y primera dama con Alvaro Colom (2008-2012), logró poco más del 22,08%, y el ex director del Servicio Penitenciario Giammatei apenas un 12,06%. Con eso les alcanzó a ambos para ser los más votados y por eso compiten para ver quién se sienta desde el 14 de enero en el sillón principal del Palacio Nacional de la Cultura, sede del Ejecutivo guatemalteco.

Los últimos sondeos otorgan ventaja a Giammattei: 39,50 a 32 con un 22 por ciento de indecisos, según CID Gallup, y 50,03 a 32,1 según el diario Prensa Libre, uno de los principales del país.

La ausencia de actos masivos y la apatía de la ciudadanía, sumado a la problemática de los migrantes y un polémico acuerdo sobre el tema con Estados Unidos dejó a la campaña casi en segundo plano.

Únicamente los obligados avisos en los medios y algunas pocas pancartas callejeras dieron algo de clima a la campaña, que tuvo a la inseguridad, la migración y la asistencia social como ejes.

Quizás la jugada más estruendosa del periodo proselitista lo dio Giammattei en la noche del miércoles, cuando prometió, en caso de llegar a la presidencia, buscará detener a Torres. «Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para meter en la cárcel a la señora Torres», dijo, aunque no especificó las razones.

Torres es una de las fundadoras de UNE, y no pudo ser candidata en el 2007 porque era la esposa del entonces presidente Colom, de quien luego se separó. Se postuló en el 2015, y fue segunda detrás de Morales.

Tiene los méritos de promover fuertes políticas sociales y sus chances se acrecientan en las zonas rurales, aunque enfrenta varias denuncias por corrupción, la más grave una que vincula el financiamiento de su campaña del 2007 por parte de los narcotraficantes Ottoniel Turcios y Mauro Salomó, investigados por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

Giammattei fue, paradójicamente, funcionario del gobierno de Colom, durante el cual ocupó la jefatura del Servicio Penitenciario, y está acusado por una masacre dentro de un centro carcelario.

Quien gane el domingo deberá gobernar con un Congreso atomizado a un nivel inédito: habrá 18 bloques y ninguno tendrá mayoría propia.