CLG dialogó con Adrián Rascón, subdirector de Salud de la Provincia, quien habló sobre cómo se está intentando mejorar la calidad laboral en las guardias
La medicina es una profesión tanto crucial como sacrificada. Quienes se dedican a esta tarea tienen la incomprensible responsabilidad de salvar vidas, sin importar la hora, el lugar o el contexto. Esto muchas veces lleva a que en las salas de emergencia haya que enfrentar situaciones inesperadas y muy diferentes unas de otras.
No es extraño que los médicos que trabajan en las guardias de los hospitales públicos sufran episodios de violencia o tensión con pacientes o familiares, ya sea por una razón u otra. Más allá de tener que enfrentar estas situaciones, lo más común es que deban cumplir jornadas laborales de 24 horas o incluso más.
CLG dialogó con Adrián Rascón, subdirector de Salud de Gestión de Tercer Nivel de la Provincia, quien habló sobre las guardias médicas en Santa Fe y cómo se está intentando mejorar la calidad laboral de los médicos.
«No podemos dejar de lado que la sociedad se ha tornado más violenta y los centros de salud no están exentos. Igualmente, no han aumentado los casos de violencia, pero ahora se denuncia más, lo que es correcto», explicó Rascón. Y agregó: «Estamos de acuerdo con tener un policía o seguridad privada en las guardias para abordar las distintas situaciones».
«Es importante contar la verdad sobre lo que pasa. El último caso en la provincia se dio en Reconquista y la comunicación no fue la correcta: dijeron que no había policía y sí había, dijeron que habían fracturado a un médico y no fue así«, aseveró.
Por otra parte, aseguró que para prevenir la violencia es crucial la relación con el paciente: «Estamos preocupados pero estamos trabajando sobre la contención y el abordaje. Una forma de cuidar es la comunicación. Es fundamental el vínculo con el paciente y la familia. Eso atenúa mucho los casos de violencia«.
Además, aseguró que están trabajando para reducir progresivamente las jornadas laborales en las guardias: «Tratamos de que la última camada de médicos hagan guardias de 12 horas. El cuerpo no da para trabajar 24 horas y pasa factura. En las grandes ciudades hay recursos para hacer esos turnos». Y añadió: «No podemos desconocer la realidad de que hay lugares alejados y la única forma de que vaya un médico es que se queden un día entero».
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