Horacio Yannotti, secretario General del Sindicato de Peones, manifestó su preocupación por el crecimiento de las aplicaciones que operan al margen de toda regulación
El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario, Horacio Yannotti, volvió a manifestar su preocupación por el crecimiento de las aplicaciones de transporte que operan al margen de toda regulación, al tiempo que advirtió sobre el daño que generan en el sistema de transporte formal y en las condiciones laborales de los choferes.
“Todos los días aparecen nuevas aplicaciones, pero las que realmente están haciendo daño al trabajador nadie las controla”, expresó Yannotti, quien remarcó que estos servicios no tributan, no cumplen con las exigencias legales y deterioran el servicio público.
“Han terminado con la vida del taxista, el sector taxista está haciendo un esfuerzo enorme en comprar tecnología, en tener aplicaciones propias, pero acá hay un problema muy grave. El problema pasa por las tarifas que Uber y Didi hoy están cobrando”, dijo Yannotti.
El dirigente sindical alertó especialmente sobre las tarifas que manejan plataformas como Uber y Didi: “La competencia entre ellos los lleva a cobrar tarifas que no son reales. Si un viaje cuesta operativamente 10, no se puede cobrar 4. Eso a la larga termina fundiendo al trabajador que pone su auto, su capital y su tiempo”.
Yannotti sostuvo que este modelo de precarización del transporte ya mostró sus consecuencias en otras provincias: “En Mendoza, cuando se quedaron solos, la tarifa subió de 4 a 10. Ese es el futuro que nos espera si no se regula esta actividad”.
Desde el gremio también destacaron que los taxistas rosarinos vienen invirtiendo en tecnología y en sistemas de gestión con aplicaciones propias. “El sector está haciendo un esfuerzo enorme. Incluso desde el sindicato estamos incursionando en el desarrollo de herramientas tecnológicas. Pero no podemos competir si el Estado permite que existan jugadores que operan sin reglas”, enfatizó.
Pese al panorama adverso, Yannotti aseguró que aún existe una porción importante de usuarios que apuestan por el taxi tradicional. “Hay gente que todavía valora la seguridad de subirse a un taxi identificado, que conoce a su chofer de toda la vida. Pero lamentablemente no todos los coches están trabajando las 16 horas que deberían, y eso también refleja la crisis que atravesamos”.
Finalmente, el dirigente hizo un llamado a las autoridades para que intervengan y frenen el avance del transporte ilegal: “Esperamos que haya una vuelta de timón. Esto no solo afecta a un gremio, sino al conjunto del sistema de transporte público de Rosario”.
