Instituciones locales lanzaron campaña para que los niños que juegan en la Liga Comunitaria puedan tener su calzado
Con el espíritu solidario que caracteriza al deporte barrial, los clubes de Rosario lanzaron la Gran Colecta de Botines, una campaña pensada para que ningún chico ni chica de la Liga Comunitaria de Fútbol se quede afuera por no tener el calzado adecuado.
La propuesta convoca a la ciudadanía a donar botines en buen estado, del talle 35 al 40, con o sin tapones, con un objetivo claro: garantizar que cada joven que forma parte de esta liga pueda entrenar y competir en igualdad de condiciones.
Ariel Malvestiti, de la Liga Comunitaria, habló de esta campaña: «Surge de la necesidad de la realidad de los pibes de nuestros barrios. Más en Rosario, lo que significa el deporte y lo que se entrena. Desde la Asociación Civil padre Misericordioso se trabaja en los centros de niñez para los barrios de Rosario donde atacan los problemas de la realidad como las adicciones, la prevención, la contención la deserción escolar, entre otros».
«El deporte es una parte fundamental para los chicos. Lo que vemos es el encuentro de los centros de niñez y observamos que muchos vienen con el único par de zapatillas que usan, y sabemos lo que significa para la economía familiar», expresó en declaraciones a Radiofónica.
«La Liga Comunitaria es mucho más que un torneo. Es un espacio que incluye, que acompaña, que transforma realidades a través del deporte», remarcaron desde la organización, que moviliza a cientos de pibes y pibas de todos los barrios rosarinos. Cada entrenamiento y cada partido representan una oportunidad de encuentro, de contención y de crecimiento.
Hasta el 15 de mayo, quienes quieran sumarse a la campaña pueden acercar sus donaciones a los clubes que ofician de puntos de recolección: Regatas, Rowing, Echesortu, Central, Newell’s, Unión Sionista, Residentes Parque Field, Tiro Suizo, Jockey, Horizonte, Náutico, Nueva Aurora, Universidad Nacional de Rosario, entre otros.
Una vez más, el deporte muestra su cara más generosa y comunitaria, con la convicción de que jugar es un derecho y que nadie debe quedar al margen.