Política y Economía

Graciela Morgade: Enfocar educación sexual en el embarazo adolescente «es un retroceso»


La decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Graciela Morgade, afirmó hoy que la aplicación la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en escuelas públicas y privadas «es un paso en visibilizar la temática», pero advirtió que «el programa nacional está reducido y enfocado al embarazo adolescente y eso es un retroceso». 

La doctora en Educación precisó que «el énfasis en el discurso sobre el embarazo adolescente, que lo llaman ‘no intencional’ en el Gobierno actual puede ser un retroceso en las políticas de prevención y, en cambio, conceptualiza a la sexualidad como amenaza y problema». 

En ese sentido, sostuvo la necesidad de mirar la ESI «con mucho detenimiento cuando hablan de prevención del cuerpo de las adolescentes». 

En una entrevista con NA, la decana de Filosofía y Letras se quejó de que «el Gobierno de Cambiemos no desmanteló en un sentido amplio ni violento en forma estricta la norma, pero sí fue reduciendo gradualmente el presupuesto del Programa, a través de descentralizar la ejecución de las políticas en manos de las provincias, que hace que ellas manejen las decisiones». 

«Sabemos que hay muchas provincias que no trabajan los programas de Educación Sexual Integral y no sólo es preocupante el financiamiento que destinan sino los contenidos que son reorientados a dos temas solamente: embarazo adolescente y violencia de género, que parecen importantes pero vuelven atrás el sentido del Programa», advirtió Morgade. 

Asimismo, consideró que la aplicación de la ESI en las jurisdicciones es «realmente desigual», ya que sostuvo que «no priorizan a la educación sexual ni el presupuesto y le dan preferencia a otras cuestiones». 

«Tienden a torcer el brazo a las políticas nacionales y el Estado no puede abandonar su papel de garante de las políticas públicas», agregó. 

En cuanto a la puesta en práctica del Programa en escuelas públicas y privadas, la decana celebró que «hay una cuestión interesante y es que entre ellas no hay diferencias». 

Respecto a los colegios confesionales, Morgade afirmó que «sostienen que aplican la ESI con el enfoque más clásico moralizante, que tiene derecho a existir, pero en el Programa tienen derecho a existir otras formas de vida que están consagradas en las leyes y la Constitución». 

Según la especialista, la puesta en marcha de la ESI según los niveles educativos «tiene que ver bastante con las tradiciones y con las realidades de los sujetos». 

«En el nivel inicial hay una tendencia al interés y la aceptación, porque hace tiempo aparecieron familias con dos papás y dos mamás», indicó la decana, quien destacó que también «cambió la vida de las maestras, lo que mejoró a cambiar las alarmas que durante mucho tiempo tuvieron sobre juegos y roles». 

Acerca del objetivo general de la norma, resaltó que «se pensó como un programa para ampliar la dimensión de la sexualidad, pero no presentado como un problema sino como una fuente de disfrute, de vinculación con el otro y ese enfoque está disuelto con el resorte de pensar la sexualidad y las relaciones sexogenéricas como un problema». 

La Ley 26.150, de Educación Sexual Integral, sancionada en octubre de 2006, establece que «todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de todos los niveles educativos, desde el inicial hasta el terciario» y se entiende que esa disciplina transversal «articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos». 

La norma también contempla un Programa que abarca cinco ejes: «Reconocer la perspectiva de género; respetar la diversidad; valorar la afectividad; ejercer nuestros derechos; y cuidar el cuerpo y la salud».