Google emitió un comunicado en el que informa sobre la filtración de un conjunto de grabaciones de audio privadas de sus clientes. Según admitió el gigante informático, el responsable de la fuga fue uno de sus «expertos en idiomas», empleados que a través de los parlantes inteligentes de Google Home escuchan los audios confidenciales de sus usuarios para, supuestamente, «desarrollar tecnologías del habla para más idiomas».
«Acabamos de enterarnos de que uno de estos revisores de idiomas ha violado nuestras políticas de seguridad de datos al filtrar datos confidenciales de audio holandeses. Nuestros equipos de respuesta de seguridad y privacidad se han activado en este tema, están investigando y tomaremos medidas», comunicó la compañía.
«Hey Google»
Según se explica a continuación en el texto, las muestras de audio en cuestión provienen de comandos de voz que imparten los usuarios al Asistente de Google presente en los parlantes inteligentes y en dispositivos móviles con Android. Los expertos de la empresa revisan alrededor de 0,2 % de estas grabaciones, pero —asegura el documento— ninguno de estos fragmentos de audio está asociado a ninguna cuenta de usuario, y su revisión se efectúa únicamente con el fin de mejorar la tecnología del asistente virtual.
Se alega asimismo que las grabaciones de audio se transcriben y se envían a Google solo si el dispositivo detecta que son voces dirigidas al Asistente. Por ejemplo, mediante el comando ‘Hey Google’ o por la activación a través del botón físico.
El comunicado termina destacando que los usuarios disponen de «herramientas para administrar y controlar» o incluso «desactivar por completo el almacenamiento de datos de audio en sus cuentas de Google», o bien activar la función que permite que dichos datos sean eliminados automáticamente cada tres o 18 meses.
La filtración
La inesperada confesión salió a la luz después que el pasado miércoles un medio belga, VRT NWS, reportara que el gigante estadounidense tiene contratos con empresas en todo el mundo, cuyos empleados escuchan y revisan las grabaciones de audio del Asistente de Google. De hecho, fue el propio «revisor de idiomas» responsable de la filtración el que se puso en contacto con el medio.
VRT asegura que ha revisado «más de mil extractos grabados a través del Asistente de Google», que recibió del subcontratista de la compañía, y que en dichos audios se pudieron «escuchar claramente» las direcciones físicas y otras informaciones confidenciales de los clientes.
Otras fuentes familiarizadas con el tema confirmaron que estos fragmentos no se vinculan a ninguna cuenta y que el nombre de usuario se reemplaza con un número de serie anónimo. No obstante —señala el medio—, no resulta difícil descubrir la identidad de una persona: «Simplemente tienes que escuchar con atención lo que dice». Según admitieron las fuentes, los clientes a menudo mencionan una dirección, un nombre personal u otro dato que hace que sea sencillo encontrarlos en Facebook o en el propio Google.
No simplemente privado, sino íntimo
Aunque para que se active la grabación de audio se necesita un comando especial, a veces esto puede ocurrir involuntariamente, por error, si una persona pronuncia algo parecido a ‘Hey Google’ o presiona algún botón incorrecto.
En 153 de más de 1.000 de audios analizados, indica el medio belga, se escucharon conversaciones «que nunca deberían haberse grabado y durante las cuales claramente no se dio el comando ‘Ok Google'»; entre ellas, conversaciones íntimas en el dormitorio, o entre padres e hijos, e incluso algunas de trabajo en las que se mencionaron secretos profesionales, según publicó RT.
Las grabaciones escuchadas demostraron, por ejemplo, que no solo hay muchos hombres que buscan pornografía, sino que muy a menudo lo hacen a través de los parlantes inteligentes.