Los funcionarios del gobierno derrocado fueron arrestados y el enviado especial de los Estados Unidos al Cuerno de África reclama su liberación
Sudán sufrió un golpe de Estado, confirmó el Ministerio de Información del país africano. El primer ministro Abdalla Hamdok y varios dirigentes de partidos políticos fueron detenidos por el Ejército y ese fue el paso previo a que el líder del Consejo Soberano, teniente general Abdel Fattah Abdelrahman Burhan, anunciara la disolución del Gobierno.
Burham declaró el estado de emergencia y, tras varias semanas de tensiones entre militares y civiles, se conoce esta información oficial. Hombres armados aún sin identificar arrestaron a varios líderes civiles en la madrugada del lunes 25 de octubre. Burhan justificó que el Ejército se vio forzado a intervenir dadas las disputas entre las facciones políticas del país.
«Las Fuerzas Armadas continuarán completando la transición democrática hasta la entrega del liderazgo del país a un Gobierno civil electo», sostuvo. Además, el militar señaló que la institución castrense nombrará un gobierno tecnocrático, que se encargará de organizar las elecciones programadas para julio de 2023.
Burhan agregó que la Constitución de Sudán será reescrita y se formará un cuerpo legislativo con la participación de «hombres y mujeres jóvenes que hicieron esta revolución».
El Ministerio de Información ya había comunicado que el primer ministro Abdalla Hamdok estaba detenido. El funcionario fue trasladado a un lugar no revelado después de negarse a emitir una declaración en apoyo a lo que llamó un «golpe de Estado».
La mayoría de los miembros del gabinete y dirigentes de partidos políticos también quedaron bajo arresto. Además, fuentes familiares afirmaron que los soldados irrumpieron en la casa del asesor de medios de Hamdok y lo detuvieron.
El enviado especial de los Estados Unidos al Cuerno de África, Jeffrey David Feltman, afirmó que pese a sus reiterados intentos no ha podido ponerse en contacto con el premier sudanés. Feltman pidió la liberación inmediata de todos los funcionarios. Además, las nuevas autoridades interrumpieron internet y la comunicación telefónica en el país.
El reportero ilustró que en medio de la confusión vio a «cientos de manifestantes pro-militares armados con palos» que «corrían en dirección al palacio presidencial». La Asociación de Profesionales Sudaneses, una de las principales coaliciones de activistas en el levantamiento contra Omar al-Bashir, el general y político que gobernó el país por 30 años, pidió a sus partidarios que se movilizaran.
«Instamos a las masas a que salgan a las calles y las ocupen, cierren todas las carreteras con barricadas, hagan una huelga general de trabajadores y no cooperen con los golpistas, utilicen la desobediencia civil para enfrentarlos», publicó el grupo a través de Facebook.
En un comunicado, el Ministerio de Información también pidió a los sudaneses que «bloqueen los movimientos militares que pretenden detener la transición democrática (…) Alzamos nuestras voces para rechazar este intento de golpe».
En la medida que se difundió la noticia del aparente golpe militar, decenas de opositores a las medidas tomadas por los uniformados se enfrentaron a disparos cerca del cuartel general de la institución castrense, en Jartum, según mostraron imágenes del canal de televisión ‘Al-Jazeera Mubasher’, con sede en Qatar.
Al menos tres personas murieron tras recibir disparos de las fuerzas militares durante las protestas, según informó el Comité Central de Médicos Sudaneses, a través de sus redes sociales. La organización también informó que alrededor de 80 personas resultaron heridas y según los registros de un hospital en Jartum, citados por AP, varios de los lesionados también sufrieron heridas por armas de fuego.
Una corresponsal de la agencia de noticias Reuters describió que fuerzas conjuntas del Ejército y de las poderosas Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo considerado paramilitar, restringieron la movilización de civiles, mientras decenas de manifestantes que portaban la bandera del país quemaron neumáticos en distintos puntos de la capital. La aparente toma del poder este 25 de octubre ocurre tras semanas de crecientes tensiones entre los líderes civiles y militares de Sudán.