La PDI junto al fiscal provincial César Pierantoni intervinieron en viviendas de los barrios Villa La Bombacha, 7 de Septiembre y Stella Maris
En un amplio operativo coordinado por la Policía de Investigaciones (PDI) y bajo las órdenes del fiscal provincial César Pierantoni, se realizaron este viernes 18 allanamientos en la zona noroeste de Rosario, que resultaron en la detención de cuatro personas y el secuestro de drogas, armas y dinero. Las intervenciones tuvieron lugar en los barrios Villa La Bombacha, 7 de Septiembre y Stella Maris, áreas identificadas como puntos de influencia de la presunta banda criminal conocida como «Los Menores».
Los allanamientos, realizados en el marco del programa Intervención Barrial Focalizada (IBF) del gobierno provincial, fueron una respuesta a la creciente violencia en estos barrios durante los últimos dos años. En la operación también participó el fiscal Franco Carbone, quien colaboró en la investigación por microtráfico de drogas.
Si bien los operativos permitieron detener a cuatro sospechosos y decomisar elementos clave para la causa, los principales cabecillas de la banda, identificados como L. D. C., alias «Licha» o «Limón», y Matías Gazzani, continúan prófugos. La estructura liderada por estos individuos habría crecido significativamente en el último año, según investigaciones judiciales.
«Los Menores» han sido vinculados al doble asesinato del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés «Pillín» Bracamonte, y su ladero Daniel «Rana» Attardo, ocurrido el 9 de noviembre pasado. Este grupo emergente fue señalado por el propio Bracamonte en una entrevista previa a su muerte, donde advertía sobre su intención de desplazarlo y su creciente influencia en la ciudad. “Si me matan, la ciudad se incendia”, había declarado el líder de la barra brava.
Además, investigaciones judiciales sugieren que «Los Menores» operan en alianza con facciones de «Los Monos» y con sectores de otros clanes criminales como los Alvarado y los Riquelme, consolidando una red de influencias en distintos niveles del delito organizado.
El grupo también ha sido vinculado a casos de violencia extrema, como el secuestro y ataque a un joven que intentó desvincularse de sus actividades. La víctima logró escapar tras ser llevada al arroyo Ludueña, donde se tiró al agua para salvarse de los disparos. Posteriormente, al denunciar lo sucedido en la subcomisaría 21ª, identificó a un oficial como parte de la red de corrupción que protegía los búnkeres de la banda.
Las autoridades judiciales trabajan en conjunto para desarticular esta organización que, según informaciones, cuenta con miembros que operan desde otras provincias. Entre ellos, Matías G. y Ezequiel D., sindicados como piezas clave en la logística de «Los Menores».
El operativo representa un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado en Rosario, pero también pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el sistema judicial y de seguridad para detener a los principales responsables y desmantelar las estructuras criminales que operan en la región. Las investigaciones continúan, con el objetivo de llevar ante la justicia a los líderes prófugos y frenar la escalada de violencia en la ciudad.