El jefe de Gabinete del Gobierno porteño, Felipe Miguel, afirmó hoy que el proyecto oficial de reforma del Código Contravencional de la Ciudad «no permitirá la actividad de mafias» tales como las de «muchos trapitos y limpiavidrios que suelen tener actitudes intimidatorias».
La reforma busca además «sumar las figuras de hostigamiento, acoso callejero y ciberacoso con sanciones más graves cuando las víctimas sean mujeres», señaló en su informe a la Legislatura sobre la gestión del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en el primer semestre de este año.
«Esto además de permitirnos avanzar hacia una sociedad más equitativa, nos convierte en la primera ciudad que modifica sus pautas de convivencia poniendo el foco en las cuestiones de género», puntualizó Miguel.
«Y un ejemplo se da en el caso de muchos trapitos y limpiavidrios que suelen tener actitudes intimidatorias y desafiantes en el espacio público», agregó.
El jefe de Gabinete sostuvo que si se aprueba el nuevo código propuesto «no se va a permitir la actividad de estas mafias y las sanciones van a ser más graves para aquellos que extorsionen a las mujeres».
«Necesitamos que la Justicia pueda acompañar el esfuerzo que estamos haciendo los porteños por vivir más seguros y esté en condiciones de aplicar las sanciones que correspondan a quienes cometen delitos» en Buenos Aires,
insistió.
Dijo que el Gobierno porteño le dará a jueces y fiscales «más herramientas para actuar frente a la comisión de un delito en particular».
Asimismo, puso de relieve que el proyecto de reforma del Código Procesal Penal porteño presentado el lunes responde a «un pedido expreso» de Rodríguez Larreta «que va de la mano con el traspaso de nuevos delitos penales» a la jurisdicción de la capital federal.
Para Miguel, «así como le exigimos a la Policía que actúe con firmeza frente a la comisión de un delito, muchas veces tras una detención nos encontramos con que la Justicia tuvo que liberar a los detenidos casi inmediatamente, incluso por teléfono».
La Comisión de Justicia de la Legislatura abrió el último 12 de junio el debate sobre el proyecto oficial de reforma del Código Contravencional para prohibir la actividad de los cuidacoches y limpiavidrios además de incorporar nuevas sanciones al ciberacoso y las pegatinas de oferta sexual, entre otros cambios.