La dirigente de Iniciativa Popular sostuvo que hay ediles que no salen de Oroño, 27 de Febrero y el río. “Hay una crisis de presentación política porque hay quienes trabajan para las redes sociales y la televisión”, lanzó
Fernanda Gigliani presentó la lista “Unidos Podemos”. La concejala de Iniciativa Popular encabeza la lista para renovar su banca en el Concejo de Rosario junto al arquitecto Oscar Urruty. En el acto del pasado viernes por la mañana estuvo presente el precandidato a intendente de Rosario, Roberto Sukerman.
Gigliani opinó que el Concejo actual tiene la peor composición desde el regreso de la Democracia. “Este es un concejo que se alejó de la agenda de la gente. Trabaja para la tribuna, para las redes sociales o para los medios de comunicación. Los proyectos que se presentan no están orientados a mejorar la calidad de vida de los rosarinos, por eso hay una crisis de representación. Nosotros venimos a rendir cuentas de todo lo que hemos hecho hasta el momento. Nadie nos puede decir que trabajamos”, afirmó.
Sobre el presente de Rosario, la referente de la lista “Unidos Podemos”, aseguró que la ciudad está en su peor momento. “El municipio ya no resuelve ni lo básico. Hay hartazgo de los rosarinos y las rosarinas porque el municipio no está resolviendo lo básico y se tienen deudas históricas con algunos barrios. He sido muy dura y muy crítica, pero también somos propositivos. Muchas veces las iniciativas que presentamos no se tienen en cuenta, no se abordan, pero cada vez que trabajamos planteamos una mirada concreta de cómo creemos que hay que transformar positivamente Rosario”, describió.
Para explicar el presente que Rosario está viviendo en materia de seguridad, Gigliani utilizó una frase del exintendente Héctor “Tigre” Cavallero. “Lo que no se resuelve desde lo social, lo vamos querer resolver desde la seguridad”, dijo la edila y agregó: “El intendente debe tener un rol más protagónico. Control de armas, control de inversiones. La economía del delito, no podemos permitir que se venda algo robado y manchado de sangre. El municipio debe trabajar más en la generación de entornos seguros”.
Pese al enojo, el hartazgo y el mal humor generalizado, Gigliani dejó una declaración positiva de cara a lo que viene y a casi un mes para las elecciones: “Nosotros apelamos a la Esperanza. No queremos maldecir la oscuridad, queremos que se haga la luz, como le gustaba decir al Tigre Cavallero. Por eso digo que también la sociedad espera otra cosa de la política. Ni el cambio generacional ni las caras conocidas mostraron algo superador. Hay que ser claros, se necesitan más y mejores políticas de seguridad y hacer menos política con la seguridad”.