Los bares y restaurantes volvieron a recibir público desde el sábado y aunque celebraron esa medida, mantienen la preocupación por la situación del sector
Desde el sábado rige un nuevo protocolo para la apertura de bares y restaurantes en Rosario, una medida que venían solicitando los empresarios del sector para apaciguar la crisis que acarreó la pandemia. Y aunque las directivas protocolares no son muy claras, el rubro se mostró positivo ante una nueva reapertura. «Tenemos que festejar que estamos abiertos«, dijo Carlos Mellano, titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aeghar).
En diálogo con CLG, el referente del sector aseguró que a pesar de un fin de semana atravesado por la lluvia la mayor concentración de actividad se dio en el barrio de Pichincha y que espera que la llegada de días «más primaverales» impulse a los rosarinos a asistir a los bares.
Una polémica se generó en cuanto a los horarios de atención. El protocolo sostiene que las personas no pueden salir de sus casas luego de las 20, pero sí pueden permanecer en un local gastronómico hasta las 00 con un permiso correspondiente. Mellano acompañó esta decisión y sostuvo que es «buscar un punto en común entre el desarrollo económico y los cuidados para el virus».
En este sentido invitó a los clientes a realizar reservas cada vez que deseen asistir a un bar o restaurante.
Desde Aeghar plantearon, antes de la reapertura, no ser el problema de la creciente en los casos de coronavirus y Mellano manifestó que en las últimas tres semanas, donde los gastronómicos cerraron sus puertas, los infectados no bajaron. «Los contagios se generaron en lugares donde no había protocolos, como las reuniones familiares, y nosotros sí lo tenemos», justificó.
Además dio una mirada general del sector y aseguró que el 20% de los locales que había en Rosario cerraron y «hay algunos que no sabemos su futuro».
Por último se esperanzó que en 2021 «se puedan pagar todas las deudas» contraídas en este 2020 y que haya una ayuda de Estado para los empresarios. De todas formas aseguró: «Nuestro horizonte es la vacuna«.
CLG además visitó bares rosarinos para exponer el trabajo del día a día y cómo recibieron la reapertura en tiempos de pandemia.
Una de las primeras consultadas por este medio planteó que por el Día del Empleado de Comercio hubo pocos clientes y asimismo aseveró que la crisis en el sector se debe a que «la gente se está cuidando el bolsillo, la salud y tiene miedo de salir».
Un dueño de un reconocido bar céntrico se mostró crítico con los horarios de apertura impuestos: «La medida de los horarios es engorrosa y no se entiende».
Y en consecuencia pidió que se replantee: «Habría que reverla, porque no es bueno para nosotros, ni para los trabajadores, ni para los clientes».
Por último se refirió a los habituales aumentos en la mercadería y detalló: «Estamos acostumbrados a la inflación, pero no a que se caiga la venta un 70%».
Otro dueño, más experimentado, señaló que la situación que se vive es «de mucha intermitencia: que abrís, que cerrás» y planteó que van a «tratar de resistir».
En última instancia, desde uno de los bares consultados por CLG afirmaron que, a pesar de volver a recibir clientes, «no hubo mucho movimiento con los nuevos protocolos».