El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, destacó hoy la importancia de «no perder las raíces del sistema democrático», especialmente «en estos últimos días, donde por cuestiones políticas ha sido tan atacado el Poder Judicial».
El ministro formuló sus declaraciones en el Salón Azul de la UBA, al disertar junto al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, y a la vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco, en una de las jornadas de la Semana del Acceso a la Justicia.
«En estos días, que lamentablemente algunos, por cuestiones políticas, han atacado al Poder Judicial de la Nación, es muy bueno destacar que podemos criticar la Justicia, los jueces, debatir, pero lo que no podemos perder es una de las raíces del sistema democrático», sostuvo el funcionario.
Además, resaltó que el sistema «ha sido garante de los derechos humanos en la sociedades modernas», y, en el mismo sentido, valoró la importancia de «un Poder Judicial independiente».
«De ahí la importancia de esta Semana de Acceso a la Justicia, donde acciones que parecían en principio útiles para descongestionar los tribunales, se transformaron en realidad en una forma de acceder a justicia», especificó.
En las jornadas, donde participantes nacionales e internacionales exponen sobre la importancia de poner en el centro al ser humano en las políticas del área, Garavano resaltó también la tarea de Highton de Nolasco, a quien consideró una «luchadora y una pionera en este tema del acceso de la ciudadanía».
En esa línea, el funcionario resaltó el «caso de la mediación, que permite llegar a la gente con una respuesta por parte del sistema y reducir los niveles de conflictividad».
El ministro agradeció también a Rosenkrantz «el acompañamiento» a las jornadas, así como a los «invitados extranjeros y funcionarios de distintos países de la región, líderes de las ONG, de Naciones Unidas y distintos organismos que acompañan el proceso».
En este punto, recordó que, «como lo marca la Agenda 2030, no es un proceso de la Argentina sino que estamos frente a uno de los desafíos que las propias Naciones Unidas han planteado, el objetivo 16+, uno de los más difíciles de lograr consensuar, porque este objetivo tiene un valor simbólico en relación a las sociedades más justas, más inclusivas y ver cómo la Justicia juega un rol en esto».
Por otra parte, destacó la importancia de la «atención a las víctimas, la oficina doméstica y el acceso a la mujer, así como el programa de trata de personas», lo que Garavano definió como «una respuesta que debe dar el sistema a una persona inocente que sufrió un daño, una agresión, sin ninguna razón».