Iván Becker, que defiende los colores de Brown de Adrogué, se volvió por la cuarentena a su San Nicolás natal y junto a amigos ayuda a gente que necesita un plato de comida. Conocé su historia
El mediocampista de Brown de Adrogué Iván Becker elabora y reparte comida para 150 vecinos carenciados de San Nicolás, de donde es oriundo, alternando la acción solidaria con los entrenamientos individuales y la carrera de arquitectura, mientras pasa el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus.
«Frente a la grave situación que atravesamos, junto con un par de amigos decidimos armar una especie de comedor en la casa de uno de ellos para preparar comidas y repartirlas entre gente necesitada de la ciudad», señaló Becker en diálogo con Télam.
«Al principio eran 40, pero ahora son 150 a los que les entregamos la cena. Por eso tuvimos que sumar a nuestros familiares para que nos ayuden, repartiéndonos tareas entre quienes hacemos las compras, los que cocinan y y los que distribuyen con el permiso legal», detalló el jugador, de 28 años.
El ex jugador de Belgrano de su San Nicolás natal y Deportivo Madryn, del Federal A, explicó que cocinan para la comida de la noche y les entregan alimentos para el desayuno o la merienda debido a que todos tienen «distintas ocupaciones y el tiempo disponible es desde la última hora de la tarde».
En los últimos días sumó «la entrega de ropa propia y las que donan los vecinos» y espera ayudar a más «porque San Nicolás es una ciudad de 150 mil habitantes, que sorprende con tanta gente necesitada que apareció en las últimas semanas», indicó.
«A los que les damos de comer son varones, mujeres y chicos, pero la mayoría son hombres adultos que están solos», añadió el volante surgido de Vélez y participante del ascenso de Estudiantes de Buenos Aires a la Primera Nacional en 2019.
Los nicoleños saben de sus gestos altruistas en razón de que lleva años ayudando de un modo u otro a distintos vecinos, debido a que «ser solidario es como un regalo para el alma». Así lo siente Becker.
Por eso no entiende como la mayoría de los jugadores de clubes de primera división no aceptan reducir una parte de sus salarios «para colaborar con los del ascenso y que así se puedan extender los contratos hasta diciembre, porque si no muchos la van a pasar mal», manifestó.
Incluso, al propio volante se le vence su contrato con Brown (es volante central en el equipo dirigido por Pablo Vicó) en junio próximo y pese a ver un panorama incierto, reconoció que la institución de Adrogué «se comportó muy bien con todo el plantel. Hasta ahora pagó todo y sus dirigentes siempre están atentos a las necesidades del grupo».
Eso sí, entre tantos vaivenes actuales, tanto Becker como su esposa Stefanía Otranto saben aprovechar estos tiempos «para seguir los estudios universitarios online. Ella está próxima a recibirse de contadora». Él, por su parte, está transitando la de arquitectura, pero ambos hoy en día están focalizados en algo más importante: «ayudar a los demás».