Un equipo de funcionarios de Estados Unidos llegó hoy a Corea del Norte para ultimar los preparativos de la cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, oficialmente cancelada pero que ambos países, en las ultimas horas, sugirieron que se va a realizar, confirmó el mandatario norteamericano.
«Nuestro equipo de Estados Unidos llegó a Corea del Norte para organizar la cumbre entre Kim Jong Un y yo; realmente creo que Corea del Norte tiene un potencial brillante y será una gran nación económica y financiera algún día», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
«Kim Jong Un está de acuerdo conmigo en esto. ¡Ocurrirá!», agregó el jefe de la Casa Blanca. Trump confirmó la llegada de los representantes estadounidenses horas después de que fuera anticipada por el diario The Washington Post.
Según el periódico, Sung Kim, ex embajador de Estados Unidos en Corea del Sur, se reunió con el viceministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son-hui.
La delegación estadounidense la completan Allison Hooker, del Consejo de Seguridad Nacional y un funcionario del Departamento de Defensa, consignaron las agencias DPA y EFE.
El jueves pasado, Trump canceló lo que iba a ser el histórico encuentro con una carta a Kim, pero el sábado aseguró en declaraciones a periodistas que su Administración continúa trabajando para que la cumbre, finalmente, se haga el próximo 12 de junio en Singapur, fecha y lugar pactados en primera instancia.
El funcionario estadounidense y Choe ya formaron parte de las delegaciones que negociaron el acuerdo de desnuclearización de 2005, en el que Corea del Norte, bajo el mandato de Kim Jong-il, se comprometió a abandonar todos los programas de armas nucleares.
The Washington Post, que citó a una persona familiarizada con las negociaciones, explicó que estas tratativas se extenderán hasta el próximo martes.
También informó que el subsecretario de Defensa para Asia del Este, Randall Schriver, y uno de los funcionarios que acompañaron al secretario de Estado, Mike Pompeo, a Pyongyang a principios de este mes, se encuentran en Seúl.
Trump canceló este jueves, mediante una cart,a la esperada cumbre con Kim por la «hostilidad» de las autoridades norcoreanas en los últimos días, aunque abrió la puerta a que la reunión pudiera ocurrir.
La Casa Blanca se apresuró a explicar que la tensión con Corea del Norte iba más allá, y que el diálogo para preparar la cumbre se había interrumpido desde que los negociadores norcoreanos dejaron plantados a los estadounidenses en una reunión la semana pasada.
Después de recibir la carta, Corea del Norte buscó la reconciliación al asegurar, en un comunicado el viernes, que estaba dispuesta a retomar el diálogo con Estados Unidos «en cualquier momento».
Ayer, Kim y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, un artífice del diálogo, se reunieron sorpresivamente y en secreto en la frontera intercoreana para tratar la cumbre con Trump.
En el último capítulo, el mandatario estadounidense señaló ayer que su equipo seguía trabajando el próximo 12 de junio. De realizarse finalmente, la cita entre Kim y Trump será la primera entre los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte tras casi 70 años de confrontación iniciada con la Guerra de Corea (1950-1953) y más de un cuarto de siglo de fallidas negociaciones.
Por otra parte, otro de los actores clave de esta saga diplomática es China, quien apuesta por el diálogo y cuyo mandatario, Xi Jinping, se reunió dos veces en el último mes con Kim.
Hoy, Lu Hao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, dijo que su país espera que la reunión entre Estados Unidos y Corea del Norte pueda llevarse a cabo como estaba previsto y «sea un éxito».
«China apoya firmemente a los líderes de EEUU y Corea del Norte en sus reuniones y espera que la cumbre prevista sea exitosa y traiga paz a la península de Corea y buenas noticias para el mundo», afirmó
Según Lu, China espera que ambos países «aprecien la distensión en el diálogo en la península y abogó por el «contacto directo» entre las partes, «crucial» para que se resuelva el asunto nuclear.