Una mujer de 35 años fue condenada a tres años de prisión condicional por asesinar a golpes a la sobrina de su novio en febrero de 2017 en una vivienda de la localidad bonaerense de Rafael Calzada.
El fallo del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Lomas de Zamora, de ejecución condicional, se aplicó a Carolina Gómez, de 35 años, quien fue hallada culpable del delito de «homicidio preterintencional» y en consecuencia continuará en libertad, tal como ocurrió durante toda la investigación.
Tanto en la etapa de instrucción, de acuerdo a lo avalado por la jueza de Garantías Marisa Salvo, como al término del debate por los magistrados, la imputada golpeó a Zaira Leguizamón (una chica de 23 años, reconocida por su trabajo social como militante, además de ser jugadora y entrenadora de fútbol infantil), en el marco de una discusión, aunque sin intención de causarle la muerte.
De acuerdo a lo indicado por el portal Diario Conurbano, Gómez deberá cumplir ciertas pautas, impuestas por el Tribunal, a partir de ser hallada culpable y condenada, pese a que la pena fue fijada de manera condicional. Se presume, que la sentencia podría ser apelada.
Cabe recordar que el 16 de febrero de 2017, en horas de la madrugada, Zaida Leguizamón mantuvo un entredicho con la pareja de su tío, Carolina Gómez, quien llegó a la casa en la cual residían, en las calles El Tordo y General Ramírez del barrio 2 de Abril de Rafael Calzada. De acuerdo a lo consignado, las discusiones entre ambas eran frecuentes, pero en esa oportunidad, el ataque fue con objetos contundentes, para luego pasar a la agresión física.
«No recibió muchos golpes, pero uno fuerte en la cabeza hizo que se desencadenara el cuadro que terminó con su deceso, tras su internación en el hospital Arturo Oñativia, donde los médicos que la asistieron le diagnosticaron muerte cerebral, a raíz de las graves lesiones que padeció», se indicó.
En la vivienda, además se encontraba el tío de la víctima y pareja de la victimaria, quien argumentó que «no vio la pelea, porque estaba en el baño y que al salir, vio que su novia tenía un ataque de epilepsia y su sobrina se retiraba del lugar».
Zaida Leguizamón se descompensó a los pocos minutos y falleció horas más tarde. Su muerte generó una enorme conmoción, ya que «era una chica muy querida en el barrio», ya que jugaba al fútbol y era entrenadora de los chicos del baby fútbol en el Club Social y Deportivo 2 de Abril, en Calzada, además de trabajar en el Programa Envión, de asistencia a adolescentes en situación de vulnerabilidad.